Los Yankees de Nueva York sufrieron un duro revés este miércoles 3 de septiembre en su visita al Daikin Park de Houston, en donde los Astros se repusieron de su caída en el primero de la serie para castigar al bullpen neoyorquino, y amarrar un importante triunfo por pizarra de 8-7, y así provocar que la serie se defina este jueves 4 de septiembre.
NOTAS RELACIONADAS
El equipo de los "Bombarderos del Bronx" le hizo honor a su apodo más característico, ya que la ofensiva vivió una noche sumamente sólida. Los dirigidos por Aaron Boone fabricaron siete rayitas, producto de 11 imparables y tres cuadrangulares, conectados por Giancarlo Stanton, Austin Wells y Cody Bellinger.
Sin embargo, el talón de Aquiles de los Yankees estuvo en el pitcheo, que estuvo lejos de estar a la altura de la ocasión. De hecho, en el octavo inning, el relevo yankee igualó una "hazaña" negativa que no se veía desde hace más de 20 años en un juego de las Grandes Ligas, lo que explica muy bien la caída del equipo.
El inning de terror para los Yankees
A pesar de que el marcador terminó siendo adverso, los Yankees de Nueva York en realidad estuvieron por delante en la pizarra durante gran parte del juego, y no fue hasta el octavo episodio en donde los Astros tomaron la ventaja. De hecho, este inning terminó siendo una pesadilla absoluta para los neoyorquinos.
Y es que, de manera increíble, los Yankees de Nueva York permitieron una carrera por un boleto, una por un balk y otra por un wild pitch, todo en el mismo inning, para ser el primer equipo al que le ocurre esto desde el 13 de septiembre de 2004, cuando los propios Yankees sufrieron lo mismo ante los Reales de Kansas City (dato aportado por OptaStats).
Los lanzadores de esta debacle del equipo de la Gran Manzana fueron Devin Williams y Camilo Doval, quienes también se vieron afectados por decisiones polémicas del umpire principal. Sin embargo, de una manera u otra, quedarán inmortalizados por una curiosidad negativa que rara vez se ve en el beisbol.