La temporada de la NBA contuvo el aliento durante las últimas 24 horas, pero el veredicto final ha traído calma a las oficinas de los Denver Nuggets. Tras el escalofriante momento vivido en Miami, los exámenes médicos han confirmado que la superestrella Nikola Jokic ha evitado daños estructurales permanentes en su rodilla izquierda.
El tres veces MVP de la liga ha sido diagnosticado oficialmente con una hiperextensión de rodilla, una lesión que lo mantendrá alejado de las canchas por un periodo estimado de al menos cuatro semanas. A pesar de la sensible baja, la noticia ha sido recibida como un triunfo en Colorado: las pruebas de imagen revelaron que los ligamentos están intactos, descartando la temida rotura que hubiera puesto fin a su temporada y a las aspiraciones de campeonato del equipo.
El incidente: un silencio sepulcral en Miami
En una acción defensiva fortuita, Jokic se enredó con los pies de su compañero Spencer Jones, provocando que su rodilla izquierda hiciera un movimiento antinatural. El serbio colapsó de inmediato sobre la duela, agarrándose la articulación con evidentes gestos de dolor antes de retirarse cojeando hacia los vestuarios por su propio pie.
Hasta el momento de su salida, el "Joker" estaba firmando otra actuación magistral con 21 puntos, 8 asistencias y 5 rebotes en apenas media mitad de juego.
Un vacío imposible de llenar
La ausencia de Jokic llega en el peor momento posible para unos Nuggets (22-10) que ya navegan en aguas turbulentas debido a las lesiones. El equipo actualmente no cuenta con piezas clave como Aaron Gordon, Christian Braun y Cameron Johnson, lo que deja a Jamal Murray como el único titular habitual disponible.
El impacto del "Joker" esta temporada:
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Promedios: 29.6 puntos, 12.2 rebotes y 11.0 asistencias.
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Hito histórico: Se encontraba en camino de promediar un triple-doble por segunda temporada consecutiva.
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Liderazgo: Es el máximo favorito en las apuestas para obtener su cuarto galardón de MVP.
El camino a la recuperación
Bajo el cronograma de cuatro semanas, Jokic se perdería aproximadamente 16 partidos, un tramo que pondrá a prueba la profundidad del banquillo y la capacidad estratégica del entrenador. Si la rehabilitación progresa según lo previsto, el centro serbio podría estar de vuelta a finales de enero, justo a tiempo para retomar el ritmo antes del All-Star Game de febrero.
"Es un golpe duro, pero saber que sus ligamentos están bien es la mejor noticia que podíamos recibir", declaró una fuente cercana a la organización tras conocerse los resultados de la resonancia magnética.