Mientras la NBA entra en el ecuador de la temporada 2025-26, una narrativa domina las conversaciones en las arenas y redes sociales: la inmortalidad deportiva de Kevin Durant. A sus 37 años, el alero de los Houston Rockets no solo sigue siendo una superestrella, sino que está registrando niveles de eficiencia que desafían la lógica del envejecimiento en el deporte de alto rendimiento.
En sus últimos siete compromisos, Durant ha elevado su juego a una dimensión reservada para los elegidos, liderando a unos Rockets que se han consolidado como la gran sorpresa de la Conferencia Oeste tras el canje veraniego que lo trajo desde Phoenix.
La anatomía de una racha perfecta
Lo que hace especial este tramo de la temporada no es solo la acumulación de puntos, sino la precisión quirúrgica con la que Durant está operando en la duela. En este periodo de siete encuentros, el alero ha mantenido una carga física notable, promediando 36.4 minutos por partido, tiempo suficiente para desplegar un arsenal ofensivo que parece no tener fisuras.
Su aporte se resume en una línea estadística dominante: promedia 27.7 puntos por partido, complementados por una labor integral de 6.0 rebotes y 5.1 asistencias. Pero donde realmente Durant ha dejado boquiabiertos a los analistas es en su eficiencia de tiro, registrando unos porcentajes que rozan la perfección. El "Slim Reaper" ha encestado el 58.6% de sus tiros de campo y un asombroso 51.2% desde la larga distancia, cifras que se ven coronadas por su habitual frialdad en la línea de suspiros, donde firma un 90.2% en tiros libres. Incluso en el costado defensivo, su impacto es tangible con una media de 1.4 tapones por noche.
El "efecto Houston"
Tras su salida de los Suns, muchos dudaban si Durant encajaría en un núcleo joven como el de Houston. Sin embargo, su presencia ha servido de catalizador. En sus actuaciones más recientes, incluyendo victorias clave sobre los Lakers en Navidad y los Pacers anoche, KD ha demostrado que su capacidad para anotar sobre cualquier defensa sigue intacta.
"Ver a alguien de su calibre trabajar cada día te hace entender por qué es quien es", comentó su compañero Jabari Smith Jr. tras el último encuentro. "No es solo que meta los tiros, es que parece que nunca va a fallar".
Un legado que sigue creciendo
Sus porcentajes de tiro actuales (comúnmente referidos como el club del 50/50/90 en este tramo) son particularmente letales, considerando que la mayoría de esos disparos son realizados bajo presión defensiva extrema.
A medida que nos acercamos al All-Star 2026, Durant no solo es un candidato fijo para el juego de estrellas, sino que su nombre empieza a escalar nuevamente en las conversaciones por el MVP, demostrando que, para una leyenda eterna, el tiempo es simplemente una estadística más que puede dominar a su antojo.
