La venta de la participación mayoritaria de Mark Cuban en los Dallas Mavericks a la familia Adelson marcó un antes y un después en la historia de la franquicia. Sin embargo, lo que parecía ser una transición cordial, según las declaraciones del propio Cuban, escondía una compleja dinámica interna.
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Cuban le tira con todo a Nico Harrison
En una revelación que ha sacudido el mundo de la NBA, el expropietario ha desvelado que su plan original era seguir al frente de las operaciones de baloncesto, pero que "algo sucedió internamente" que lo impidió. El motivo, tan crudo como sorprendente, apunta a una persona específica dentro de la organización: "La persona que traspasó a Luka (Nico Harrison) no me quería allí".
Esta declaración no solo genera una gran controversia, sino que también abre un sinfín de preguntas sobre la estructura de poder y las decisiones que se toman en la cúpula de los Mavericks.
Cuban, conocido por su franqueza y su total control sobre las operaciones del equipo, parecía tener un acuerdo para mantener su rol de líder, a pesar del cambio de dueños. Sin embargo, la aparición de un conflicto con una figura que tuvo una participación clave en una de las decisiones más importantes de la franquicia, el traspaso de Luka Dončić, arroja una nueva luz sobre la realidad del equipo.
La figura a la que se refiere Cuban, aunque no la nombra directamente, apunta a un alto ejecutivo o un miembro del cuerpo técnico que tuvo un rol fundamental en el 'draft' de 2018.
Doncic, la jugada maestra de Cuban en 2018
En aquel año, los Mavericks realizaron una jugada audaz: traspasaron a Trae Young y una selección de primera ronda del draft a los Atlanta Hawks para subir y quedarse con Luka Dončić, un movimiento que ha sido aclamado como uno de los mejores de la historia reciente de la NBA. A pesar del éxito de esa decisión, las palabras de Cuban sugieren que hay una tensión subyacente que ha persistido durante años.
La salida de Cuban de su puesto operativo y su revelación sobre el conflicto interno no solo cambian la narrativa de la venta, sino que también generan incertidumbre sobre el futuro de la franquicia. Aunque Cuban mantendrá una participación minoritaria y seguirá siendo una figura pública, la pérdida de su control directo en la toma de decisiones es un cambio sísmico para los Mavericks.