Mientras el mundo mantiene su atención en el conflicto de Goma, donde al menos 2,900 personas han perdido la vida, un nuevo episodio de violencia ha estremecido a la nación africana. En la ciudad de Bukavu, las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) han perpetrado una masacre en la aldea de Kasanga, dejando un saldo de 70 personas decapitadas dentro de una iglesia protestante.
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Hallazgo macabro en Kasanga
Durante el pasado fin de semana, la comunidad internacional se vio conmocionada al descubrirse 70 cadáveres dentro del templo religioso. De acuerdo con Puertas Abiertas, organización que monitorea la persecución a cristianos, aún no está claro el momento exacto en que ocurrió la masacre.
"Se descubrieron 70 cadáveres dentro de la iglesia. Estaban cerca de la localidad de Mayba", informó Vianney Vitswamba, coordinador del comité local de protección de la comunidad. Según varios informes, las víctimas fueron secuestradas por las ADF y retenidas durante días antes de ser asesinadas.
La jefatura de Baswagha, donde ocurrió este terrible hecho, es una zona de mayoría cristiana ubicada en la provincia de Kivu del Norte, aproximadamente a 100 km de Beni. Se cree que los cuerpos hallados pertenecen a personas desaparecidas tras recientes ataques en Lubero, perpetrados por el mismo grupo rebelde.
Violaciones a los derechos humanos y un llamado a la comunidad internacional
Las condiciones de seguridad en la región han dificultado la recopilación de información detallada sobre lo sucedido. Sin embargo, expertos en derechos humanos han señalado que esta masacre es una prueba más de la violencia sistemática contra civiles, en especial contra comunidades cristianas en la RDC.
John Samuel, experto en África Subsahariana de Puertas Abiertas, condenó el ataque y advirtió sobre la impunidad en la región: "Esta masacre es un claro indicador de las violaciones generalizadas de los derechos humanos contra civiles y comunidades vulnerables, a menudo dirigidas contra cristianos. Las ADF, una filial del Estado Islámico, han intensificado sus crímenes con total impunidad".
Puertas Abiertas exige medidas urgentes
Ante la gravedad del ataque, Puertas Abiertas ha emitido un comunicado enérgico exigiendo que los gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil intervengan para garantizar la seguridad de los ciudadanos en el este del Congo.
La organización también ha instado a la comunidad cristiana internacional a mantenerse en oración por las víctimas y por la paz en la región.
Un conflicto sin tregua en la RDC
Mientras la masacre en Kasanga ha puesto nuevamente en evidencia la crisis humanitaria en el Congo, la situación en otras regiones del país también se agrava. En Kamanyola, Kivu del Sur, el grupo rebelde M23 ha sido señalado por asesinatos, desapariciones forzadas y trabajos forzados. Informes recientes denuncian la ejecución de jóvenes sospechosos de colaborar con los Wazalendo, así como intimidaciones a políticos y líderes civiles.
El conflicto entre el M23 y los Bazalendo ha generado miles de desplazados, quienes han buscado refugio en la vecina Burundi en condiciones extremas. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue exigiendo respuestas a un conflicto que ha cobrado incontables vidas y que parece estar lejos de una solución definitiva.