El mes de diciembre suele estar abarrotado de fiestas, encuentros y diversas actividades. Durante estos días, las personas suelen experimentar bienestar pese al agotamiento acumulado tras arduas jornadas laborales. En líneas generales, se trata de un mecanismo para drenar el estrés cotidiano y contagiarse de la alegría propia de las festividades, reuniones con amigos y allegados.
Tras vivir muchas emociones, disfrutar de amaneceres gaiteros y otros encuentros, finalizan las vacaciones y nos preguntamos ¿Cómo retomar las obligaciones laborales? Algunas personas suelen presentar una reactividad psicológica caracterizada por síntomas como la depresión, ansiedad, tristeza, fobia social, entre otros.
Denominado como “Síndrome post-vacacional” se refiere a la depresión emocional que afrontamos durante la readaptación laboral después de las vacaciones. Es importante destacar que, ciertas personas son más propensas a padecerlo que otras.
De acuerdo a los especialistas, un 70% de la población manifiesta insatisfacción laboral, por lo que la transición puede convertirse en un problema psicológico. El cambio de horario, cansancio y ajetreo diario, forman parte de los factores que inciden negativamente en los cambios conductuales.
Los expertos señalan que el período de tiempo para una adaptación adecuada es de 15 días en los cuales pueden aparecer ciertos síntomas: falta de concentración, pérdida de la memoria, trastornos del sueño, decaimiento, cefaleas, mareos y tensión muscular. Transcurrido el tiempo, el trabajador debería potenciar sus capacidades al máximo, mejorar su autopercepción y reconstruir lazos sociales.
De lo contrario, la persona puede necesitar acompañamiento psicológico para obtener herramientas que lo ayuden a sobrellevar las situaciones abrumadoras y optimizar el rendimiento laboral.
Además, existen varias recomendaciones que pueden ayudarte a salir del atasco emocional, tales como:
NOTAS RELACIONADAS
- Dormir adecuadamente.
- Mantener horarios regulares.
- No saltarse las comidas.
- Plantearse objetivos laborales a corto, mediano y largo plazo.
- Reducir los pensamientos negativos.
- Priorizar las responsabilidades y delegar otras.
- Aprovechar el tiempo libre para desarrollar actividades relajantes o practicar deporte.