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California consolidó un conjunto de leyes que redefinen la manera en que instituciones públicas interactúan con comunidades migrantes, especialmente con quienes viven en situación irregular, y es que, el estado busca garantizar un acceso seguro a educación, salud y otros servicios esenciales, reduciendo el temor a la deportación.
Este enfoque se enmarca en el avance nacional, donde Estados Unidos confirma nuevas leyes que beneficiarán a miles de familias inmigrantes y que podrían servir de referencia para otros territorios.
Las normas aprobadas abarcan áreas como privacidad de datos, operativos federales, actuación policial y protocolos escolares, en conjunto, estas leyes buscan impedir filtraciones de información, limitar la colaboración automática con autoridades migratorias y estandarizar procedimientos internos. Con estas reglas, los organismos estatales deberán modernizar sus prácticas para evitar que errores administrativos terminen afectando a familias vulnerables.
SB 580
Una de las leyes más relevantes es la SB 580, que establece pautas claras para instituciones que puedan verse expuestas a operativos federales. Entre los cambios más importantes se encuentran:
- Auditorías periódicas sobre el uso de bases de datos.
- Capacitaciones obligatorias para trabajadores públicos.
- Protocolos unificados para actuar ante agentes migratorios.
La SB 635 introduce un marco de protección adicional para vendedores ambulantes y dueños de unidades móviles de comida, esta ley prohíbe que municipios entreguen datos personales a autoridades federales sin autorización judicial.
Además, exige la eliminación de registros vinculados al estatus migratorio creados antes de 2026 y limita el uso de recursos locales en operativos migratorios. Con ello, se crea un entorno más seguro para trabajadores informales, quienes suelen ser blanco de inspecciones excesivas.
El ámbito educativo también experimenta cambios relevantes, la AB 49 establece que ninguna escuela pública podrá permitir el ingreso de agentes migratorios a menos que exista una orden judicial. A esto se suma la SB 98, que obliga a las instituciones educativas a crear sistemas de alerta inmediata para maestros y familias en caso de presencia federal.