NOTAS RELACIONADAS
Recientemente, miles de migrantes que ingresaron a Estados Unidos bajo el programa de parole humanitario recibieron notificaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informándoles que su estatus ha sido revocado.
La orden les exige abandonar el país antes del 24 de abril de 2025, o la fecha original de expiración de su permiso, lo que ocurra primero. Aquellos que no cumplan con esta fecha podrían enfrentar consecuencias legales graves, como la acumulación de "presencia ilegal" y la pérdida de futuras oportunidades de ingreso.
Desde el viernes pasado, el DHS ha enviado avisos a miles de migrantes, especialmente cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, indicando que su parole ha sido anulado. Los beneficiarios deben abandonar Estados Unidos de forma voluntaria para evitar ser detenidos y deportados.
Esta medida sigue las advertencias previas de Donald Trump, quien afirmó que los migrantes deben salir "por las buenas o por las malas", y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, también ha reafirmado la intención de expulsar a quienes sean considerados ilegales.
El DHS ha sido claro en sus advertencias, aquellos que no abandonen el país antes de la fecha límite comenzarán a acumular "presencia ilegal". Esto podría tener un impacto negativo en cualquier solicitud futura para ingresar a Estados Unidos, ya que superar los 180 días de presencia ilegal podría hacer que un migrante sea inadmisible durante un largo período, afectando su estatus migratorio en el futuro.
Junto con la notificación de la orden de salida, los migrantes también han sido informados de la revocación automática de sus autorizaciones de trabajo. El DHS argumenta que ya no existe una base legal para permitir que los beneficiarios continúen trabajando, ya que el parole ha sido cancelado, dicha revocación será efectiva el 24 de abril, y se les advierte que trabajar sin una nueva autorización después de esa fecha violaría las leyes migratorias.