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El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ratificó que los mensajes de WhatsApp, así como otros contenidos digitales como notas de voz, fotos y videos, pueden ser utilizados como prueba en procesos judiciales. Esta decisión refuerza la jurisprudencia existente y proporciona una referencia clara para abogados y jueces al momento de evaluar evidencia digital en los tribunales.
Según el TSJ, los mensajes electrónicos que sean impresos tienen el mismo valor probatorio que las copias fotostáticas simples. Esto significa que pueden ser admitidos en los juicios con la misma validez que un documento privado, aunque su contenido puede ser impugnado a través de otros medios de prueba contemplados en el Código de Procedimiento Civil.
La decisión se tomó en base a un caso revisado por la Sala de Casación Civil en el estado Monagas. En este caso, una persona solicitó un préstamo de 14.000 dólares, ofreciendo su vivienda como garantía, posteriormente, el acuerdo fue registrado como una compraventa, aunque la persona continuó viviendo en el inmueble. La demandante acudió a la justicia alegando que la transacción era en realidad un préstamo disfrazado y que debía ser anulada.
Durante el juicio, se analizaron conversaciones de WhatsApp entre la demandante, su hija y el demandado, en estos mensajes quedó demostrado que el acuerdo era realmente un préstamo con intereses de 20% mensual y no una venta de la propiedad. Basándose en esta evidencia digital, el TSJ determinó que se trataba de una simulación y anuló el contrato registrado como compraventa.
Asimismo, se explicó que esta sentencia se encuentra alineada con la Ley sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas. En su artículo 4, esta ley establece que la información contenida en mensajes digitales, si es impresa, tendrá la misma validez legal que una copia fotostática.