El Trofeo Vince Lombardi es fabricado por Tiffany & Co., una reconocida empresa de joyería de lujo con sede en Nueva York. Desde el primer Super Bowl, ha sido el premio que corona al mejor equipo de la NFL.
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Su diseño original fue esbozado en una servilleta en 1966 por Oscar Riedener, vicepresidente de Tiffany & Co., y presentado al comisionado de la NFL, Pete Rozelle. No fue hasta 1970 que el trofeo fue renombrado en honor a Lombardi.
El proceso de creación del trofeo toma aproximadamente cuatro meses en un taller ubicado en Cumberland, Rhode Island. Cada año, un nuevo trofeo es fabricado y entregado al equipo ganador, a diferencia de la Copa Stanley, que se mantiene como un trofeo único.
El Trofeo Lombardi mide 55 centímetros de alto y pesa 3,2 kilogramos. La plata de ley utilizada en su fabricación es calentada a 1.000 grados antes de ser moldeada, y el balón de fútbol en la parte superior tiene el mismo tamaño que un balón reglamentario de la NFL.
El anillo de campeón: un diseño único para la gloria
Cada Super Bowl trae consigo un anillo de campeón totalmente exclusivo. La NFL cubre el costo de los primeros 150 anillos para el equipo ganador, pagando alrededor de $5.000 dólares por cada uno. Si el costo del anillo excede esta cantidad o si se requieren anillos adicionales, el propietario del equipo es responsable de cubrir la diferencia.
Tradicionalmente, los anillos del Super Bowl han sido elaborados en oro y diamantes, aunque los Green Bay Packers de 2010 fueron los primeros en incorporar platino en su diseño. La NFL exige que el logotipo de la final esté presente en cada anillo, pero los demás elementos del diseño son personalizados por el equipo ganador y su propietario.
El anillo suele incluir el nombre y logotipo del equipo, el resultado del partido y el récord de la temporada. Además, se personaliza para cada jugador con su nombre y número. En algunos diseños, el número de títulos del Super Bowl ganados se representa con la cantidad de diamantes en el frente.
El mercado de reventa de estos anillos es altamente cotizado, con algunos ejemplares alcanzando valores superiores a los 50.000 dólares, dependiendo del jugador que lo haya llevado y de la popularidad del Super Bowl correspondiente.
La empresa Jostens ha fabricado la mayoría de los anillos del Super Bowl, aunque otras compañías como Tiffany & Co. y Balfour también han tenido la oportunidad de diseñar estas piezas icónicas. Diseñar, fabricar y distribuir los anillos toma aproximadamente cuatro meses, asegurando que cada campeón tenga una joya digna de su logro.