La estrella mundial del fútbol Saudí, Cristiano Ronaldo, fue uno de los invitados más destacados en la cena oficial ofrecida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca. El evento, celebrado en el Salón Este, reunió a figuras clave de la política internacional, líderes tecnológicos como Elon Musk, y personalidades del deporte, en el marco de la visita del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salmán.
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La presencia de Ronaldo no fue meramente protocolar. Su inclusión en la delegación saudí refuerza su papel como embajador deportivo y cultural de la Saudi Pro League, una liga que ha invertido millones en atraer talento internacional.
Trump elogió a CR7
Durante su discurso de bienvenida, Donald Trump no ocultó su entusiasmo por tener a Cristiano Ronaldo como invitado. “Mi hijo es fan de Cristiano Ronaldo. Creo que ahora me respeta un poco más por haberlo presentado”, bromeó el presidente.
La participación de Cristiano Ronaldo en la delegación saudí no es casual. Desde su fichaje por el Al-Nassr en 2023, el delantero ha sido parte de una estrategia geopolítica que busca posicionar a Arabia Saudita como epicentro del deporte mundial. Su presencia en Washington junto al príncipe heredero refuerza esa narrativa: Ronaldo no solo representa goles, sino también inversión, imagen y diplomacia.
