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La tercera temporada de “The White Lotus” volvió a generar polémica, pero esta vez no por sus giros dramáticos ni sus escándalos familiares sino por el uso recurrente del ansiolítico Lorazepam por parte del personaje Victoria Ratliff.
En la ficción, Victoria recurre al medicamento para calmar su ansiedad social e insomnio, a menudo combinándolo con alcohol, lo que le provoca momentos de confusión, somnolencia e inestabilidad en pantalla.
La intensa búsqueda del Lorazepam
Un estudio reciente, publicado en la revista JAMA Health Forum, revela que este retrato impactó más allá de las pantallas y durante las 12 semanas posteriores al estreno, las búsquedas en Google del término “Lorazepam” aumentaron en aproximadamente 1,6 millones respecto al promedio esperado.
Que una serie dispare un interés tan concreto por un fármaco no es anecdótico. Según los investigadores, ese aumento de búsquedas no se observó para otras benzodiacepinas como Alprazolam o Clonazepam que no aparecen en la serie.
Esta búsqueda sugiere que no fue una ola general de curiosidad sobre ansiolíticos, sino un efecto directo de la visibilidad de Lorazepam en la ficción. El estudio también detectó un aumento en búsquedas orientadas a adquirir Lorazepam por internet.
Todo lo sucedido a raíz del uso del medicamento en la serie, prueba que muchos usuarios no solo querían informarse, sino posiblemente obtener el medicamento, lo que activó las alarmas de los especialistas en salud pública.
La preocupación de los expertos
Para profesionales de la salud, el auge de búsquedas subraya el recurrente problema de la trivialización de los psicofármacos en medios de entretenimiento. La doctora Elisabet Domínguez, señala que mostrar el consumo de benzodiacepinas sin los riesgos asociados puede enviar un mensaje erróneo.
Además, la socióloga Amaia Bacigalupe advierte que este fenómeno revela una tendencia creciente en la “medicalización de la vida cotidiana”, donde el sufrimiento emocional o la ansiedad se transforman casi automáticamente en una receta médica.
El debate se intensifica cuando se considera que una narrativa de entretenimiento con golpes dramáticos, glamour y problemas intensos puede influir en decisiones reales de personas vulnerables, impulsándolas a buscar soluciones rápidas y farmacológicas sin evaluar consecuencias.