El nombre Ramón Ayala Rodríguez, mundialmente conocido como Daddy Yankee, ha sido sinónimo de éxito global, disciplina empresarial y, hasta hace muy poco, de una estabilidad familiar envidiable.
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Tras tres décadas de matrimonio y la construcción de un imperio valorado en cientos de millones de dólares, el 2025 marcó la "última vuelta" de esta sociedad personal y profesional. La confirmación del divorcio legal de Ayala y Mireddys González no fue el fin, sino el explosivo inicio de una batalla legal.
La confrontación actual, que trasciende al drama conyugal, se desata en un momento de profundo contraste en la vida del artista. Luego de culminar su monumental gira de retiro, Yankee había anunciado públicamente su nueva vocación, enfocada en un propósito espiritual de servicio.
La nueva demanda de Daddy Yankee a Mireddys
Según la demanda presentada ante un tribunal federal, González estaría intentando torpedear el uso de las marcas “Daddy Yankee” y “DY”, símbolos esenciales de la identidad artística del reggaetón legendario.
En documentos recientes, 'The Big Boss' y su sello El Cartel Records Inc. acusan a la boricua de emprender acciones encaminadas a impedir que él use sus propias marcas, alegando que ella “carece de cualquier interés o derecho personal” sobre ellas.
Pide al tribunal emitir una orden que le impida frenar o bloquear su uso. Esta pugna se suma al ya tenso historial legal entre ambos, y abre un nuevo frente en una disputa donde lo que está en juego es mucho más que dinero: se trata del control del nombre, la fama y el legado.
Daddy lucha por su identidad
La estrategia de Ayala es clara y solo busca afirmar que, las marcas están “indisolublemente entrelazadas” con su identidad artística, y que cualquier intento de coartarlas generaría un daño irreversible.
En la demanda se argumenta que su capacidad para participar en conciertos, colaboraciones, promociones y eventos depende directamente del uso libre de dichas marcas. Si González logra restringir ese uso, el daño “será inmediato y catastrófico”.
Además, se señala que en comunicaciones previas, los abogados de la empresaria habrían manifestado que, el cantante habría infringido la Ley Lanham (la ley estadounidense de marcas) y exigido que cesara cualquier comercialización o reclamación exclusiva de dichas marcas.
¿De dónde viene ese enfrentamiento?
El conflicto resurgió cuando, el 24 de julio pasado, el equipo legal del artista recibió una carta formal alegando que ciertas solicitudes de registro de marca que Ayala o sus representantes habían sometido ante la USPTO (Oficina de Patentes y Marcas de los EE. UU.) no contaban con autorización de Mireddys.
Posteriormente, los documentos judiciales indican que ella solicitó prórrogas para objetar el registro de las empresas ante la Junta de Apelaciones y Juicios de Marcas (TTAB). En ese proceso, se argumenta que pretende interponerse activamente al uso que su ex dé a su propio nombre artístico.
Los abogados de la estrella del reggaetón sostienen que cuando El Cartel Records fue disuelto, los derechos sobre esas marcas fueron cedidos al propio Daddy Yankee, y que González, en consecuencia, no tiene respaldo legítimo para oponerse.