El beisbol de Grandes Ligas ya no es un duelo entre Estados Unidos y los típicos países caribeños. Si hoy armamos un lineup élite solo con extranjeros, aparecen países que hace 20 años casi no figuraban: Japón, Corea, Canadá, Bahamas o Curazao se mezclan con las potencias tradicionales.
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Piensa en una alineación sin un solo nacido en Estados Unidos: Alejandro Kirk (México), Josh Naylor (Canadá), Jazz Chisholm Jr. (Bahamas), Geraldo Perdomo (RD), Eugenio Suárez (Venezuela), Andy Pages (Cuba), Ceddanne Rafaela (Curazao), Jung Hoo Lee (Corea) y Shohei Ohtani (Japón) como designado.
Ese lineup multicultural tiene poder de 40‑50 jonrones, defensa de Guante de Oro y brazos con experiencia de Serie Mundial. Es la mejor prueba de que el Clásico 2026 ya no será un torneo de 'invitados' alrededor de Estados Unidos y los países tradicionales; sino un verdadero Mundial con mucho talento repartido.
De México a Japón: cómo el beisbol se volvió verdaderamente global
Alejandro Kirk llegó a un Juego de Estrellas como figura de México, mientras Shohei Ohtani firma temporadas de 50 jonrones desde Japón y Jung Hoo Lee mueve masas en Corea. La élite ofensiva ya no se concentra en un solo país ni en una sola región y es cada vez más inclusiva.
Esto no significa que los Estados Unidos no sean parte fundamental de Las Mayores. De hecho, sigue siendo fundamental, solo que ahora se puede conseguir talento en otros mercados. Gracias a eso, tenemos a: Jazz Chisholm Jr y Ceddanne Rafaela; pero en ligas emergentes aparecen peloteros como José Quintana de Colombia.
El próximo Clásico Mundial de Béisbol será el mejor espejo de esa globalización. Muchas selecciones podrán alinear peloteros que ya son caras de franquicia en MLB, desde Perdomo con República Dominicana hasta Suárez con Venezuela, confirmando que el torneo dejó de ser 'Estados Unidos y compañía' para convertirse en un verdadero Mundial.
