En una jornada para el recuerdo, el miércoles pasado, Yankees de Nueva York mostró su capacidad de resiliencia y defendió su estadio ante Rays de Tampa Bay, con una victoria 5-4 en extrainnings.
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Más allá de venir de atrás en la pizarra, en cuatro ocasiones, el conjunto neoyorquino logró algo nunca antes visto en compromisos que se definen en entradas adicionales.
Un hito inédito
Desde que inició la era moderna de las Grandes Ligas, en 1901, ningún equipo en la historia había logrado reponerse a una desventaja en el octavo, noveno, décimo y décimo primer episodio de un mismo encuentro.
Cada una de las ocasiones en las que el conjunto del Bronx tuvo que responder, lo hizo, puesto que inició el duelo cayendo 1-0 en el primer inning; no sería sino hasta la parte baja de la octava entrada, que un jonrón solitario de Trent Grisham y un sencillo remolcador de Giancarlo Stanton daría la ventaja a los locales por primera oportunidad en el choque (1-2).
Asimismo, en la novena entrada la visita conectó jonrón de par de carreras, para dejar el marcador (3-2), pero los dirigidos por Matt Boone forzaron el décimo capítulo tras igualar las acciones 3-3 con cuadrangular de Anthony Volpe.
Para el décimo inning, Jonathan Aranda remolcó a su compañero Taylor Walls para que Tampa Bay se fuera arriba 4-3; pero Cody Bellinger conectó un triple que trajo al plato a Grisham para extender el desenlace del encuentro.
En la parte baja del décimo primer y decisivo episodio, el recientemente adquirido infielder, Ryan McMahon, se vistió de héroe con el hit de oro, impulsando a Jazz Chisholm Jr para anotar la carrera del triunfo.