El papa León XIV presidió el rito de las Primeras Vísperas y el canto del Te Deum, marcando el cierre de su primer año de pontificado tras ser elegido el pasado mes de mayo. En una homilía cargada de contenido geopolítico y social, el Santo Padre denunció los planes de dominio global que se disfrazan de benevolencia.
NOTAS RELACIONADAS
Crítica del Papa a la "hipocresía armada"
Desde la basílica de San Pedro, el Sumo Pontífice advirtió sobre el avance de estrategias que buscan conquistar mercados y territorios bajo pretextos engañosos: "Sentimos la necesidad de un designio sabio y misericordioso. Por el contrario, hoy vemos estrategias armadas, revestidas de discursos hipócritas y falsos motivos religiosos que solo buscan zonas de influencia".
Frente a esta realidad, León XIV reivindicó la figura de las "personas sencillas y desconocidas" que, a través de su fe y esperanza, impulsan el mundo hacia un mañana mejor, lejos de las ambiciones de poder.
El cierre del Año Santo
El papa destacó la importancia del Jubileo, el Año Santo inaugurado por su predecesor, el papa Francisco, el cual llegará a su fin oficialmente este 6 de enero. León XIV agradeció el esfuerzo organizativo de las autoridades de Roma y definió este evento como la "señal de un mundo nuevo y reconciliado" que ha acogido a millones de peregrinos.
Cercanía con los fieles y compromiso social
En un gesto de calidez humana, el pontífice visitó el Portal de Belén instalado en la Plaza de San Pedro. Allí, desafiando las bajas temperaturas, interactuó con los peregrinos, muchos de los cuales le saludaron en español, recordando sus años de labor misionera y episcopal en Perú.
Asimismo, hizo un llamado directo a las instituciones para que no olviden a los más vulnerables en el año que comienza, mencionando específicamente a: Niños y ancianos en situación de soledad, familias con dificultades económicas y migrantes en busca de una vida digna.
Próximos eventos
Las celebraciones litúrgicas continuarán mañana, 1 de enero de 2026, con la misa de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, que coincide con la Jornada Mundial por la Paz, donde se espera que el papa profundice en su mensaje de cese a las hostilidades globales.
Con información de EFE