Las deudas con tarjetas de crédito son un desafío significativo para muchos ciudadanos en Estados Unidos. Sin embargo, una nueva normativa permite que estas deudas queden prescritas, ofreciendo un respiro a quienes luchan por salir de la morosidad.
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La acumulación de deudas con tarjetas de crédito es un fenómeno común, a menudo exacerbado por la falta de educación financiera y la imposibilidad de cubrir los gastos mensuales. Muchos usuarios caen en el ciclo de pagar solo el monto mínimo requerido por el banco, lo que resulta en un aumento constante de la deuda debido a las altas tasas de interés.
Altas tasas de interés: Un ciclo difícil de romper
En EEUU, las tasas de interés en las tarjetas de crédito pueden alcanzar hasta el 29,99% anual, según lo permitido por la ley federal. Esto implica que, si solo se realizan pagos mínimos, la deuda puede crecer exponencialmente debido al interés compuesto, volviéndose casi imposible de saldar.
La prescripción de una deuda comienza a contarse desde el último pago o actividad en la cuenta. Si un consumidor deja de pagar y no realiza movimientos posteriores, el "reloj legal" empieza a correr. Aunque la deuda no desaparece inmediatamente de los registros financieros, queda protegida de acciones legales como juicios o embargos.
Variaciones en el plazo de prescripción según el estado
Es importante destacar que cada estado en EEUU establece su propio período de prescripción para las deudas. Mientras que algunos estados tienen un plazo de tres años, otros pueden extenderse hasta seis años. Además, las deudas hipotecarias y médicas pueden tener plazos diferentes. Por lo tanto, es crucial que los consumidores conozcan la legislación local para entender cuándo una deuda deja de ser reclamable en los tribunales.
Si te encuentras en la situación en la que tu deuda ha prescrito, es fundamental no reactivarla realizando un pago parcial o reconociendo el saldo pendiente, ya que esto reiniciaría el plazo legal. En caso de recibir reclamos por parte del acreedor, lo más recomendable es solicitar por escrito la confirmación del estado actual de la deuda. Si es necesario, también se puede consultar con un asesor legal para asegurar que la prescripción esté vigente y proteger tus derechos como consumidor. La posibilidad de que las deudas con tarjetas de crédito queden prescritas ofrece una nueva perspectiva para muchos estadounidenses atrapados en un ciclo de morosidad.