Un juez federal en Washington D.C. ha emitido un fallo que detiene temporalmente la iniciativa de la administración de Donald Trump, que buscaba ampliar las deportaciones rápidas de migrantes en Estados Unidos. Esta decisión representa un obstáculo significativo a la estrategia del presidente, quien había prometido implementar un plan que contemplaba un millón de expulsiones al año durante su nuevo mandato.
NOTAS RELACIONADAS
La jueza Jia Cobb, designada por Joe Biden, argumentó que el esquema propuesto por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) violaba el derecho al debido proceso de los migrantes afectados. En su detallada opinión de 48 páginas, Cobb advirtió que priorizar únicamente la rapidez en los procedimientos de expulsión podría resultar en errores graves y poner en riesgo a personas que no deberían ser deportadas.
Reacciones de organizaciones de defensa de migrantes
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y varias organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos de los migrantes habían presentado demandas contra la expansión de esta política. Alertaron sobre el riesgo de expulsiones equivocadas, especialmente en el caso de solicitantes de asilo o personas que no contaban con las condiciones adecuadas para defenderse en un proceso judicial.
La deportación expedita permite a las autoridades migratorias deportar a personas indocumentadas sin una audiencia ante un juez, siempre que no puedan demostrar su permanencia legal en el país. Originalmente, esta medida se aplicaba solo a migrantes detenidos cerca de la frontera y con menos de dos semanas en Estados Unidos. Sin embargo, el cambio propuesto por Trump buscaba extender esta política a aquellos que llevaran hasta dos años dentro del territorio estadounidense.
Implicaciones del fallo para los inmigrantes
El fallo de la jueza Cobb no cuestiona la legalidad de la deportación expedita en la frontera, pero sí obliga al gobierno a replantear su estrategia en el interior del país. Actualmente, el programa queda suspendido, lo que proporciona un respiro a miles de familias que enfrentaban la posibilidad de ser removidas de manera inmediata.
Este revés judicial se suma a otras resoluciones recientes que también han impedido intentos de la Casa Blanca por aplicar la deportación rápida a migrantes que habían ingresado legalmente bajo procesos humanitarios. La situación actual pone de relieve las complejidades legales y humanitarias en torno a las políticas migratorias en Estados Unidos.