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Donald Trump impulsa un plan de modernización militar y tecnológica de casi 300.000 millones de dólares que busca reforzar la seguridad nacional de Estados Unidos. La iniciativa contempla inversiones significativas en infraestructura y tecnología de defensa, beneficiando directamente a empresas aliadas del presidente, generando un impacto clave en la industria militar y tecnológica del país.
Entre los principales beneficiarios destacan Anduril Industries y Palantir Technologies, ambas vinculadas a Peter Thiel. Anduril recibirá contratos exclusivos para torres de vigilancia autónomas aprobadas por la CBP, mientras que Palantir se encargará de plataformas de inteligencia de datos y seguimiento migratorio. Este esquema establece un monopolio de facto para estas compañías en áreas estratégicas de defensa y seguridad.
El Ejército consolidó múltiples contratos de Palantir en un megacontrato de hasta 10.000 millones de dólares, asegurando la presencia de la empresa en los próximos diez años. Este impulso ha posicionado a Palantir como la compañía con mejor rendimiento del S&P 500 en el año, superando a contratistas tradicionales como Lockheed Martin, reflejando el impacto directo del plan de Trump en la economía y defensa nacional.
Dentro del paquete legislativo también se encuentra el proyecto Golden Dome, que destinará 150.000 millones de dólares a un sistema de defensa nacional contra misiles basado en satélites, sensores e inteligencia artificial, este proyecto abre oportunidades a startups y empresas aeroespaciales emergentes que compiten con gigantes de la industria, fomentando la innovación tecnológica en defensa.
El plan busca integrar a empresas de tecnología no tradicionales mediante la reducción de burocracia y el impulso de la innovación. Startups y gigantes tecnológicos como Meta, OpenAI y Google han participado en eventos con altos mandos del ejército y la CIA, consolidando un ecosistema que une capacidades tecnológicas avanzadas con necesidades estratégicas del gobierno estadounidense.