El hipismo, más allá de la emoción de la victoria, a menudo es escenario de hechos curiosos que los aficionados, absortos en descifrar al ganador, suelen pasar por alto. Sin embargo, este fin de semana, un suceso en los óvalos de La Rinconada y Valencia acaparó la atención, especialmente por una coincidencia familiar que raya en lo inédito.
NOTAS RELACIONADAS
El Haras La Primavera, cuna de campeones de la familia Paparoni, vivió una semana de ensueño. Cuatro ejemplares nacidos y criados en sus potreros cruzaron el disco en ganancia, que fueron capaz de repartir triunfos entre los recintos de Valencia y la capital, consolidando el gran momento de la caballeriza.
La Singular Coincidencia de Valencia: Reunión 19
El hecho más singular de la jornada ocurrió en el óvalo de Valencia, que ofrecía un programa de nueve competencias, que a su vez incluyó una prueba selectiva. La curiosidad sin precedentes se manifestó durante las válidas del popular 5y6 nacional.
En la primera válida, se disputó una carrera especial para yeguas de tres y más años. Con una nómina de diez participantes, la victoria correspondió a la número cinco, Voladora. La yegua, con la monta de Kelvin Perfecto y el entrenamiento de José Carfunjol Morillo, dejó en taquilla un dividendo de Bs 367,37 para los acertadores.
Lo asombroso sucedió pocas carreras después. El hermano completo de Voladora, el seisañero Roddrick, se impuso en la quinta válida de la jornada. Roddrick logró la victoria en un recorrido de 1.700 metros, deteniendo el cronómetro en 112.3. En este caso, el jinete fue Jaime Lugo, y el entrenador, el también reconocido José Carfunjol Arteaga.
Un Logro Padre e Hijo: Carreras en Vivo Hermanos Completos
Este logro inusual no solo subraya la calidad genética que mantiene el Haras La Primavera, sino que también pone en relieve el talento familiar que prospera en el training venezolano.
El doblete de Voladora y Roddrick, ambos hermanos completos, se convierte en una anécdota memorable gracias a la colaboración de José Carfunjol Morillo (padre) y José Carfunjol Arteaga (hijo). Este suceso confirma que las grandes historias del hipismo a veces se escriben en estricta familia, capaz de unir el linaje de los purasangres con la pericia del equipo técnico.