Samuel Aldrey /@SamuelAldrey
Las fechas de la FIFA traen siempre un rifirrafe entre los grandes clubes y las selecciones nacionales por la liberación de sus grandes estrellas. Esta vez los clubes atizan a la liberación de jugadores que aún sufren molestias o están en proceso de recuperación.
Los clubes, las sociedades que pagadoras a los jugadores, son las entidades que poseen los bienes de los jugadores: sus piernas. Lionel Messi y Leandro Paredes reabrieron el conflicto en las trincheras que más fuego cruzado ha visto el fútbol desde hace tiempo entre los equipos y la FIFA.
Ambos jugadores del PSG aún padecen de sus lesiones y aterrizaron en la mañana del lunes en Buenos Aires para incorporarse a la selección de Argentina, dirigida por Lionel Scaloni.
Messi llega con molestias en su rodilla por una entrada fortísima en las pasadas eliminatorias. No se recuperó bien del golpe y por eso no ha disputado los últimos dos encuentros con el PSG. Mientras Paredes, se ha perdido los últimos ¡cinco partidos! que ha jugado el conjunto parisino tras regresar de la anterior ventana de eliminatorias con un pequeño golpecito: una rotura en el cuádriceps derecho.
Contestar el llamado de la patria.
Pero ambos vuelven al llamado de la selección albiceleste con un solo pensamiento en sus cabezas: “¡Morir por la patria es una gloria!”, escribe Noel Clarasó autor español. Expone esa frase, con cierta hipérbole si la utilizamos en el fútbol, a las acciones que realizaron ambos futbolistas.
Esta acción patriótica no se la toma muy bien el PSG. Su director deportivo, Leonardo Araujo, ya puso su descontento al manifiesto de todos: “Messi pasa más tiempo en Buenos Aires que en París. Va y viene y ahora tiene problemas musculares”, contó indignado el dirigente brasileño.
Este domingo Le Parisien informó que el director deportivo intentó detener a ambos futbolistas antes de que partieran a la fecha de CONMEBOL y la impotencia de poder hacer que se quedarán hizo que se le estallara una vena “No estamos de acuerdo en dejar ir a un jugador que no se encuentra bien o que está en rehabilitación. No tiene lógica y este tipo de situaciones deben ser definidas en la normativa FIFA”, indicó con rabia contenida.
Ante esto los jugadores ante cada fecha FIFA se ven contra la espada y la pared. En el caso de Argentina debe viajar a Uruguay para el Clásico de Río de la Plata en Montevideo y luego a Brasil en Buenos Aires en el Superclásico sudamericano. Dos rivales durísimos y directos en la fase de clasificación para el Mundial 2022.
Dejar tirada a su patria les generaría una turba de críticas de los aficionados más fanáticos de los programas de ESPN argentina que harían especiales con el retorno de Messi a París y las burlas de twitter con avalanchas de meme. Un panorama que les invita también a morir por la patria.
Salomón Rondón fue el jugador Vinotinto que padeció esa caza de brujas cuando anunció que no iría a esta fecha FIFA por querer “ponerse al cien por cien físicamente”. Aunque también retirarse al sentir que no rendirá como desea por su país es digno y válido.
Sentimiento de resignación en los clubes.
Por eso ante cada fecha internacional, los clubes se sienten como el Liverpool sin Van Dijk, escuálidos y recibiendo goles en contra a diestra y siniestra cada vez que deben recibir a sus jugadores con lesiones.
Pero la normativa de la FIFA está grabada con Sharpie en el Estatuto del Jugador. El artículo es más tajante que Giovanni Trapattoni: “Los clubes están obligados a liberar a sus jugadores inscritos en favor de los equipos representativos del país para el que tienen derecho a jugar debido a su nacionalidad, si la asociación en cuestión convoca al jugador. Se prohíbe cualquier acuerdo divergente entre un jugador y un club”, establece el punto tres del estatuto.
No obstante, hay un pequeño anexo para la situación que describe Leonardo y dice: “Un jugador que, debido a lesión o enfermedad, no pueda asistir a una convocatoria de la asociación del país cuya nacionalidad ostenta, deberá, si esta asociación lo solicita, someterse a un examen médico realizado por un médico designado por la asociación. Si el jugador así lo desea, dicho examen médico se hará en el territorio de la asociación donde está inscrito”, indica.
Si un club no cede a un jugador, este no podrá ser alineado por el mismo periodo que dura la ventana internacional. Esa es la sanción. Messi y Paredes deberán hacer su chequeo médico con la Federación los resultados dirán si puede o no jugar. La cuestión es que los jugadores siempre desean jugar con su selección, jugar ¡por la patria!
Gales, golf, Madrid, en ese orden.
Gareth Bale es uno de los jugadores que recientemente tuvo una actitud parecida a la de Messi y Paredes. El jugador galés sufrió una lesión en su rodilla el pasado 8 de septiembre mientras disputaba un partido contra Letonia. Desde ese momento que se retiró por la banda adolorido no ha vuelto a pisar el césped con la camiseta del Real Madrid.
El jugador, pese a no estar aún al 100%, también decidió irse con su selección. Carlo Ancelotti en rueda de prensa dio su perspectiva de la decisión del jugador “Se va a Gales con el equipo nacional, que va a evaluar si juega o no. Lo importante es que Bale está bien, tiene el alta, pero ni Gales ni el jugador van a tomar riesgos si no se encuentra bien”, explicó con un aire de resignación el técnico italiano.
Así los clubes están atados al llamado de la selección, al llamado de la patria que los jugadores obedecen sin escrúpulos, pues aman jugar por su país. A pesar de que quién les paga por mantener sus piernas sanas sean sus clubes.