El FC Barcelona encontró una situación que no ha podido lidiar en la defensa desde que Íñigo Martínez hizo maletas con rumbo al balompié árabe. Era un líder en la zona y el único central zurdo.
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Ese contexto ha tenido a Hansi Flick intentando varias fórmulas para paliar la ausencia del zaguero español, en búsqueda de un compañero certero a Pau Cubarsí, el único indiscutible actualmente.
A su vez, pese a ser un fijo en el once, su mejores prestaciones no se están dando en ese sector y ya desde el alto mando culé habrían iniciado acciones para encontrar el perfil que encaje con lo que se quiere en esa parte de la defensa.
Eso sí, dada las condiciones de la entidad con lo económico, el candidato que debe tener una característica clave: debe tener un precio asequible. Lo anterior es lo que permitió que el portugués Gonçalo Inácio hoy sea una de las opciones.
El Sporting quiere ahuyentar a Barcelona o cualquier interesado
El defensor tiene una proyección interesante en el mercado internacional y son varios los clubes que estarían interesados en contar con sus servicios. Ahora mismo, que termine contrato este próximo 2027 hace que Barça quiera tantear movimientos por su fichaje antes del último año de su vínculo con la entidad portuguesa.
Desde Portugal señalan que su cláusula es de 60 millones de euros y desde el lado azulgrana creen que estas cantidades se podrían reducir en una negociación.
El gran problema de todo el asunto es que Sporting no estaría por la labor de venderlo, más bien todo lo contrario. Desde la institución estarían interesados en mantener el bloque del equipo, que los mantenga competitivos en el país y las competiciones internacionales.
Justamente, lo anterior plantearía una extensión de contrato a 2030, que traería una subida de la cláusula a 80 millones de euros, tal y como ha informado A Bola.
Es ese escenario el que no conviene a Barcelona, que ante un panorama así se bajaría por alguna puja de hacerse de los servicios del jugador y apuntaría en otras direcciones.
