La primera temporada de Anthony Santander con los Azulejos de Toronto estuvo muy lejos de las expectativas. Tras firmar un contrato de 5 años y 92.5 millones de dólares, el venezolano no logró consolidarse como el refuerzo de impacto que el equipo esperaba. Su desempeño en el terreno terminó siendo un lastre para Toronto, con un WAR negativo de -1.0, un indicador que refleja que el equipo rindió mejor cuando Santander no estuvo disponible.
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Números que explican la decepción
En 54 juegos, los registros ofensivos de Santander fueron alarmantes: .175 de promedio, un OPS de .565, apenas 6 cuadrangulares y 61 ponches. Estas cifras evidencian que no solo no aportó al equipo, sino que su presencia en la alineación tuvo un efecto negativo sobre el rendimiento colectivo. El contraste entre sus expectativas salariales y su aporte real genera preocupación inmediata sobre el futuro de su contrato.
Más allá de los números, la sensación en el clubhouse y en los fanáticos fue clara: Toronto mostró una mejor versión cuando el venezolano no estuvo en el terreno. Lo que se esperaba como un golpe de fuerza para el lineup se convirtió en un desafío adicional para la organización.
Sin embargo, es bueno resaltar que el jardinero venezolano estuvo un buen tiempo en la lista de lesionados y volvió en la recta final de la ronda regular, razón por la que jugó tan pocos encuentros en MLB 2025. Ahora, en los presentes Playoffs intentará darle vuelta a ese mal rendimiento que mostro.
Ahora, la presión recae sobre Anthony Santander para revertir esta imagen. La millonaria inversión hecha por los Azulejos exige resultados, y cualquier mejora será clave para justificar su contrato y recuperar la confianza tanto de la afición como del equipo.