Desde que Luis García se sometió a la cirugía Tommy John en mayo de 2023, su regreso ha sido un cuidadoso proceso de rehabilitación que comenzó con varias paradas y reinicios, incluyendo dos aperturas rehabilitadoras recientes en el Triple-A con los Sugar Land Space Cowboys. Hoy, el venezolano evidencia señales concretas de recuperación, y sus más recientes estadísticas son prueba de ello.
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Resultados destacados en sus dos últimas salidas
Luis García ha dejado una línea sobresaliente en sus dos últimas presentaciones: 8.2 entradas lanzadas, apenas 1 carrera permitida, 1 base por bolas, y un total de 13 ponches. Este registro es especialmente meritorio si consideramos que proviene de un lanzador cuya última aparición en Grandes Ligas fue antes de la operación.
En su primera aparición reciente con Sugar Land, García completó 2.2 innings, concedió tres hits, dos bases por bolas y dos ponches. En la siguiente, mejoró considerablemente, extendiéndose por 4.2 innings, aceptando una sola carrera limpia, una base por bolas y totalizando seis ponches. La combinación de esas dos salidas coincide con los 8.2 innings, 1 carrera, 1 BB y 13 K informados.
Interpretación: ¿Qué revelan estos números sobre su recuperación?
Estas salidas representan un claro paso adelante en su proceso de rehabilitación. Lanzar casi nueve episodios con un solo boleto y dominando con 13 ponches demuestra un control y eficacia que no se ve de forma aislada, sino como parte de una progresiva mejora.
Es notable que en una de las presentaciones alcanzó 59 lanzamientos, 37 de ellos strikes, y se desplegó toda su gama de envíos alcanzando hasta 93 mph. El manager Joe Espada calificó esta actuación como “realmente alentadora”, reconociendo que por fin había superado su barrera de 2⅔ entradas, que lo había limitado previamente.
El avance es tal que se espera al menos una salida más para aumentar su carga de pitcheo antes de que la organización considere regresar a García a la rotación en Grandes Ligas. Y es que, tras su cirugía, recibió un par de "shutdowns" —como uno de cuatro semanas en abril por inflamación— que ralentizaron su progreso.
Estas dos salidas funcionan como un adelanto del posible retorno al montículo en el nivel MLB: dominio con strikeouts, control (solo una base por bolas en casi nueve entradas) y capacidad de extender su trabajo en el juego. Todo ello señala que García está por fin encontrando su ritmo, tras más de dos años lejos del rol de abridor titular que desempeñó en Houston con éxito antes de su lesión.