Javier Báez, campocorto y jardinero central de los Tigres de Detroit, inició la temporada 2025 de la MLB con una energía que recordaba sus mejores años. En los meses de marzo y abril, Báez registró promedios ofensivos que ilusionaban a la afición: bateó para .314 con seis dobles, tres cuadrangulares y 18 carreras impulsadas entre el 13 de abril y el 16 de mayo. Su OPS superó los .760 durante ese lapso, consolidando su rol como catalizador ofensivo del equipo.
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Bajón en la segunda mitad
Sin embargo, la segunda mitad de la campaña ha sido otra historia. Al 11 de septiembre, Báez acumula un promedio de bateo de .257, con 11 jonrones, 52 impulsadas y un OPS de .681 en 382 turnos al bate. Lo más preocupante ha sido su rendimiento en septiembre, donde apenas batea para .091 en cuatro juegos, con un solo hit en 11 apariciones y una carrera remolcada.
Este declive no solo afecta sus estadísticas personales, sino también la moral del equipo, que se encuentra en plena lucha por los playoffs. El manager de los Tigres ha expresado su respaldo, confiando en que la experiencia del boricua lo ayudará a salir del bache.
¿Puede recuperar la magia en octubre?
Con los Tigres encaminados a la postemporada, la presión sobre Javy Báez es inmensa. Su capacidad para responder en momentos decisivos será clave para las aspiraciones del equipo en la Liga Americana. Si logra reencontrarse con su mejor versión, podría convertirse nuevamente en el factor diferencial que impulse a Detroit hacia la Serie Mundial.