Viajar a Estados Unidos está por volverse más complicado (y costoso) para muchos. El Departamento de Estado anunció un nuevo plan piloto que podría obligar a ciertos visitantes a pagar una fianza que parte desde los $5.000 dólares y que puede llegar hasta los $15.000 dólares como condición para obtener su visa. La medida aplicará a solicitantes de las categorías B‑1 (viajes de negocios) y B‑2 (turismo), y busca reducir el número de personas que ingresan legalmente al país pero luego se quedan más tiempo del permitido.
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La propuesta fue publicada oficialmente y entrará en vigencia a partir del 20 de agosto de 2025, en principio por un periodo de 12 meses. Durante ese tiempo, los funcionarios consulares tendrán la libertad de decidir a quiénes se les exige este “depósito” como garantía de que abandonarán el país cuando se les venza la visa.
¿A quién va dirigida esta medida?
Este nuevo requisito no será para todos. La fianza no aplicará a ciudadanos de países incluidos en el Programa de Exención de Visas, como la mayoría de Europa Occidental, Japón o Australia. Pero sí podría afectar a personas de países donde Estados Unidos detecta altos niveles de sobreestadía, falsificación documental o sistemas migratorios débiles.
Aunque no se ha publicado una lista oficial de los países involucrados, se espera que incluya a varias naciones de África, Asia y América Latina. El monto de la fianza dependerá del nivel de riesgo percibido, y podrá ser de 5 000, 10 000 o 15 000 dólares.
Lo bueno es que la fianza será completamente reembolsable, siempre que el visitante cumpla con las condiciones de su visa. Si regresas a tiempo a tu país, recuperarás tu dinero. Además, habrá excepciones por razones humanitarias, misiones oficiales o situaciones extraordinarias.
Por ahora, el mensaje es claro: si planeas viajar a Estados Unidos desde un país que podría estar en la mira, ve preparando no solo la maleta, sino también la chequera.