El Concejo Municipal de Nueva York aprobó recientemente un paquete de legislaciones que establece un salario mínimo de $21.44 por hora para los deliveristas de supermercados y farmacias. Esta medida busca igualar el aumento salarial que otros trabajadores de aplicaciones de entrega, como Uber Eats y DoorDash, recibieron en abril. A continuación, se detallan los aspectos más relevantes de esta nueva legislación.
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Beneficios para los deliveristas
Con la aprobación de estas leyes, se estima que cerca de 20,000 repartidores de comestibles se beneficiarán no solo con un aumento en su salario por hora, sino también con otras mejoras significativas. Entre estas se incluyen la obligatoriedad de propinas, plazos claros para recibir pagos y estados de cuentas detallados sobre sus servicios.
La ley 737-A, impulsada por el concejal Shaun Abreu, establece que los servicios de entrega deben ofrecer una propina mínima del 10% sobre el precio de cada pedido. Además, se exige que la opción de propina sea visible antes o al mismo tiempo que se realiza un pedido.
Transparencia y equidad
El concejal Abreu destacó que la intención de estas medidas es aumentar la transparencia tanto para los trabajadores como para los consumidores. “La idea es que el sistema funcione mejor para todos”, afirmó. Esta legislación también responde a las preocupaciones planteadas por los trabajadores agrupados en 'Deliveristas Unidos', quienes han denunciado que algunas aplicaciones ocultaban las opciones de propinas, lo que afectaba negativamente sus ingresos.
Plazos claros para pagos
Otra de las disposiciones incluidas en este paquete legislativo obliga a los servicios de entrega a pagar a sus repartidores contratados dentro de un plazo máximo de 7 días calendario después de la finalización del período de pago. Esta medida busca asegurar que los trabajadores reciban su compensación de manera oportuna y eficiente.
La industria de entrega a través de aplicaciones ha crecido significativamente en Nueva York, especialmente durante la pandemia, cuando muchos consumidores optaron por el reparto en línea como una alternativa conveniente a las compras físicas. Actualmente, se gestionan más de 125 millones de entregas anualmente a través de aplicaciones de terceros en la ciudad.
Reacciones de las corporaciones
Sin embargo, las corporaciones afectadas han expresado su preocupación por el impacto económico que estas nuevas legislaciones podrían tener. Un portavoz de Instacart advirtió que “esta iniciativa pone en peligro un recurso vital del que dependen miles de neoyorquinos, en particular aquellos con problemas de salud, movilidad o transporte”. Este tipo de declaraciones refleja la tensión entre los derechos laborales y las preocupaciones empresariales en un mercado laboral en constante evolución.