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El Gobierno de Donald Trump ha planteado una propuesta que podría modificar significativamente el proceso migratorio en Estados Unidos. Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), se busca ampliar los requisitos biométricos que deben presentar los inmigrantes al solicitar beneficios migratorios, incluyendo la residencia permanente o green card.
Entre los nuevos procedimientos, se contempla la posibilidad de exigir pruebas de ADN a los solicitantes, con el objetivo de reforzar la seguridad y prevenir fraudes en las solicitudes.
De acuerdo con la propuesta, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) estaría autorizado a requerir más información biométrica a todos los solicitantes, sin excepción por edad.
Esto significa que tanto menores como adultos mayores podrían verse obligados a entregar muestras genéticas o datos adicionales. Si la norma se aprueba, su implementación podría comenzar en 2026, y es que el DHS sostiene que esta medida permitirá un control más riguroso de las identidades y fortalecerá los procesos de verificación dentro del sistema migratorio estadounidense.
Hasta ahora, los datos solicitados en los trámites migratorios incluyen huellas dactilares, fotografías y firmas. Sin embargo, la nueva propuesta busca actualizar el término “biometría” para abarcar un conjunto más amplio de elementos. Entre los datos que podrían requerirse se incluyen:
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Imágenes faciales digitales para reconocimiento facial.
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Huellas palmares y dactilares más detalladas.
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Escaneos oculares del iris y la retina.
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Huella y firma vocal mediante reconocimiento de voz.
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Pruebas de ADN, incluyendo perfiles genéticos parciales.
Uno de los puntos más destacados de la propuesta es la eliminación del límite de edad en la toma de datos biométricos. Actualmente, las autoridades migratorias no exigen este tipo de pruebas a menores de 14 años ni a mayores de 79. Con la nueva norma, el DHS eliminaría estas excepciones para aplicar los requisitos de forma general.