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Las elecciones presidenciales en Estados Unidos se distinguen por su singularidad y han suscitado numerosas discusiones a lo largo de la historia. El próximo 5 de noviembre de este año 2024, los ciudadanos se enfrentarán a la elección entre la actual vicepresidenta, Kamala Harris, y el expresidente Donald Trump. Sin embargo, es crucial comprender que el ganador no necesariamente será quien obtenga la mayoría de los votos a nivel nacional, debido al funcionamiento del Colegio Electoral.
¿Qué es el Colegio Electoral?
El presidente de Estados Unidos no es elegido de manera directa por el pueblo, sino a través del Colegio Electoral, un sistema establecido por los Padres Fundadores. Este organismo cuenta con un total de 538 votos electorales, de los cuales un candidato debe obtener al menos 270 para ser declarado presidente. La cantidad de votos electorales que tiene cada estado varía según su población, siendo California el estado más poblado con 54 votos, mientras que Wyoming y Alaska tienen solo tres.
En este sistema, el candidato que gana la mayoría de los votos en un estado recibe todos los votos electorales de ese estado. Esto implica que, si un candidato obtiene el 51% de los votos en un lugar, se lleva todos los votos electorales de esa jurisdicción, sin importar lo reñida que haya sido la contienda. Este método puede llevar a que un candidato triunfe a nivel presidencial a pesar de recibir menos votos a nivel nacional, siempre que logre victorias en estados estratégicos.
Estas situaciones generan cuestionamientos sobre la legitimidad del sistema y su efectividad para representar la voluntad del pueblo. El Colegio Electoral ha sido un tema de controversia y debate durante más de un siglo, y continúa siendo relevante en el contexto electoral actual.