El presidente Donald Trump ha vuelto a centrar la atención en Medicare, el programa de salud pública que proporciona cobertura a millones de estadounidenses. Con su propuesta incluida en el proyecto legislativo One Big Beautiful Bill, busca reducir el déficit federal, aunque a costa de cambios significativos que afectarán a los adultos mayores, inmigrantes y beneficiarios de bajos ingresos.
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Según la iniciativa, se prevé que estos ajustes sean los más grandes en la historia de Medicare. Las modificaciones implican un endurecimiento de los requisitos de elegibilidad y un aumento en los costos de acceso a servicios médicos. Las medidas, aunque no se implementarán de inmediato, comenzarán a aplicarse de manera escalonada entre 2026 y 2028.
Cronograma de cambios en Medicare
• Octubre de 2026: Se restringirá la cobertura únicamente a ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes, excluyendo a inmigrantes indocumentados, refugiados y solicitantes de asilo.
• Diciembre de 2026: Las renovaciones de los planes deberán hacerse cada seis meses, complicando la situación para adultos mayores con bajos ingresos que dependen de la cobertura.
• Enero de 2027: Se exigirá demostrar actividad laboral, estudio o formación por al menos 80 horas mensuales para personas de 19 a 64 años que deseen ingresar al programa.
• Octubre de 2028: Se implementará un esquema de copagos de hasta 35 dólares por consulta para quienes accedieron a la cobertura a través de la expansión de Medicaid.
Consecuencias para la salud pública
Expertos advierten que estos recortes podrían dejar sin cobertura a millones de personas, especialmente a inmigrantes y trabajadores en situaciones precarias. Las nuevas exigencias laborales o educativas podrían resultar en la exclusión de sectores vulnerables del sistema de atención médica.
Mientras tanto, la administración Trump defiende el proyecto como una medida "responsable" destinada a equilibrar el presupuesto y reducir el gasto federal. Sin embargo, críticos argumentan que estas modificaciones son una respuesta necesaria para compensar los recortes impositivos que han beneficiado a los hogares más ricos.
La gran interrogante es cómo afectará esta reforma a aquellos que dependen de la cobertura pública para acceder a tratamientos médicos básicos, especialmente en un país donde el costo de la atención sanitaria es uno de los más altos del mundo.