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El Black Friday se ha consolidado como una de las jornadas comerciales más esperadas en Estados Unidos y en otros países, y es que, cada año, millones de compradores aprovechan las rebajas que inician justo después del Día de Acción de Gracias, generando un gran movimiento en tiendas físicas y plataformas digitales.
Aunque hoy es un fenómeno mundial, sus raíces se remontan a la década de 1950, una época sin redes sociales, publicidad masiva ni comercio electrónico. En ese entonces, los comercios buscaban impulsar la temporada navideña con estrategias que lograran atraer más clientes, pese a la falta de tecnología, la idea de grandes descuentos al final de noviembre empezó a ganar fuerza poco a poco.
Contra todo pronóstico, el Black Friday no surgió en Nueva York ni en otra capital comercial, sino en Filadelfia. Allí, los comercios ofrecieron rebajas el día posterior al Thanksgiving, lo que provocó enormes aglomeraciones, a esto se sumaba el clásico partido entre el Ejército y la Marina, que aumentaba el número de personas en las calles. Debido al caos, la policía bautizó la jornada como “Black Friday”.
Con el paso de los años, otros estados comenzaron a adoptar estas rebajas, convirtiéndolas en una tradición previa a la Navidad. La llegada del internet en la primera década del siglo XXI dio un impulso definitivo al evento, permitiendo que plataformas como Amazon lo expandieran fuera de Estados Unidos, desde entonces, el Black Friday se convirtió en un acontecimiento global.
El origen económico del término “black”
Los comerciantes adoptaron con entusiasmo este nombre porque representaba el momento del año en el que sus registros contables dejaban los números rojos y pasaban a números negros, señal de rentabilidad. Esta simbología ayudó a consolidar aún más la identidad del evento y lo conectó con la idea de recuperación económica y oportunidades de negocio.
Hoy en día, el Black Friday moviliza más de 30 millones de dólares solo en comercio digital, beneficiando tanto a consumidores como a empresas. Las compañías aprovechan la fecha para liquidar inventario, incrementar ventas y mejorar su flujo de caja, mientras tanto, los compradores encuentran una ocasión ideal para adquirir productos costosos a precios más accesibles, demostrando que este evento sigue siendo una pieza clave del calendario comercial mundial.
