Denzel Washington, reconocido actor y uno de los fanáticos más leales de los Dallas Cowboys desde los años 60, no se guardó nada al hablar sobre el rumbo de la franquicia. Durante su participación en el programa First Take de ESPN, el ganador del Oscar expresó que el propietario Jerry Jones parece más interesado en el aspecto financiero que en volver a convertir al equipo en un contendiente serio por el título de la NFL. “Él no está pensando en nosotros. Está pensando en su bolsillo”, afirmó con contundencia, dejando clara su postura frente a la gestión actual.
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Denzel Washington critica al propietario de los Cowboys por priorizar las ganancias sobre los triunfos
En la entrevista, que inicialmente tenía como propósito promocionar su nueva película Highest 2 Lowest, Washington aprovechó para hablar de su pasión por los Cowboys y de su frustración como aficionado. Con tono directo, criticó que los éxitos comerciales no se traduzcan en victorias en el campo, lanzando una frase que rápidamente se volvió viral: “All money ain’t good money, Jerry” (no todo el dinero es buen dinero, Jerry).
Sus palabras resonaron entre una afición que lleva casi tres décadas esperando que el equipo regrese a un Super Bowl. Washington recordó que, aunque sigue orgulloso de vestir los colores y apoyar la estrella plateada, no puede ignorar que la prioridad parece ser mantener el alto valor de la franquicia —estimado en más de $10 mil millones de dólares— por encima de armar una plantilla capaz de pelear por el campeonato.
Fans frustrados: más dinero, menos victorias
El actor insistió en que la decepción no es solo suya, sino de millones de seguidores que, temporada tras temporada, ven cómo las promesas se desvanecen en los playoffs o incluso antes. “Sé que están ganando mucho dinero, y me alegro por el dueño, pero los fans no están felices”, dijo.
La brecha entre las finanzas y el rendimiento deportivo se ha convertido en un tema recurrente en la NFL. En el caso de los Cowboys, la última vez que alzaron el trofeo Vince Lombardi fue en 1995, y desde entonces no han logrado superar la barrera de la ronda divisional en los playoffs.
A este panorama se suma la incertidumbre por la prolongada negociación del contrato de Micah Parsons, una de las principales estrellas defensivas de la liga. Este estancamiento contractual ha generado rumores sobre posibles tensiones internas y ha alimentado el debate sobre si el equipo realmente está enfocado en construir un proyecto ganador.
Para Washington, la ecuación es simple: los Cowboys tienen el poder económico y la historia para ser campeones, pero necesitan que su propietario priorice el éxito deportivo por encima del balance de cuentas.