El fútbol americano universitario no solo es pasión y espectáculo, también es un negocio multimillonario. Sin embargo, a diferencia de la NFL, donde los equipos ganadores reciben pagos directos, en la NCAA el dinero fluye principalmente hacia las conferencias, dejando al campeón nacional sin un premio adicional directo, pero contribuyendo significativamente al reparto global.
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Cómo se distribuye el dinero del College Football Playoff (CFP)
El College Football Playoff, el sistema que define al campeón nacional, genera millones de dólares que se distribuyen de acuerdo con una fórmula específica. En la temporada 2022-23, cada conferencia recibió:
- 6 millones de dólares por cada equipo seleccionado para las semifinales.
- 4 millones de dólares por cada equipo que jugó en un partido de bowl dentro del marco del CFP que no formara parte de los playoffs.
- 2.74 millones de dólares para cubrir gastos de participación, como viajes, alojamiento y alimentación, para equipos que compitieron en semifinales, Cotton, Fiesta o Peach Bowl, así como en el Campeonato Nacional.
A pesar de estas enormes cifras, no hay un pago adicional directo por ganar el Campeonato Nacional. Los fondos se centran en cubrir los costos logísticos y fortalecer las finanzas de la conferencia.
Más allá de los equipos que alcanzan los playoffs, el dinero también llega a las universidades de otras maneras:
Cada institución recibe 300,000 dólares si su equipo cumple con el Academic Progress Rate (APR) requerido por la NCAA para participar en juegos de postemporada.
Las conferencias también reciben un ingreso total de 2.96 millones de dólares para apoyar a las escuelas de la Football Championship Subdivision (FCS).
En total, estas cifras representan la magnitud económica del sistema colegial, donde las conferencias deciden cómo repartir los ingresos entre sus miembros. Algunas lo hacen de manera equitativa, mientras que otras otorgan bonificaciones a los equipos participantes.
Impacto para el campeón nacional
Aunque no recibe un pago directo por el título, el campeón nacional contribuye a fortalecer la economía de su conferencia, además de beneficiarse indirectamente con aumentos en contratos de televisión, patrocinios y mejoras en la percepción del programa deportivo. Esto también atrae mejores reclutas y futuros ingresos para la universidad.