Rúben Amorim no aterrizó en Manchester United con promesas inmediatas de títulos. Como Sir Alex Ferguson en 1986, heredó un equipo fracturado, sin confianza ni estructura táctica. En lugar de quejarse, comenzó a reconstruir desde la base: actitud, orden y convicción. El paralelismo no es casual, es simbólico.
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La comparación no es caprichosa. Ferguson enfrentó un vestuario dividido, resultados pobres y presión institucional. Amorim, ha estado viviendo su propia versión de aquel caos, pero ya muestra señales de cambio: mejor presión, orden táctico y mentalidad colectiva que ha dado resultados positivos.
La afición suelen olvidar la fase de fundaciones. Rúben está sembrando disciplina y convicción, como lo hizo Sir Alex antes de dominar Inglaterra. Esta etapa no brilla en titulares, pero define el futuro. Cuando el modelo cuaje, Manchester United competirá y volverá a imponer respeto.
Los tres puntos claves de la mejora del Manchester United de Rúben Amorim
Rúben Amorim transformó el esquema del Manchester United al reemplazar el 4-2-3-1 de Ten Hag por un 3-4-2-1 dinámico. La defensa de tres centrales y carrileros altos estira el campo, mientras el mediocampo se organiza en capas. En defensa, el sistema se convierte en un 5-2-3 que sofoca al rival.
La inversión de 235 millones de euros en tres atacantes clave marcó un punto de inflexión. Bryan Mbeumo, Matheus Cunha y Benjamin Šeško fueron elegidos para ejecutar el modelo Amorim. Su llegada reemplazó una delantera ineficaz y activó la filosofía táctica del entrenador portugués.
Tras terminar 15° en la Premier League y perder la final de Europa League ante Tottenham, el equipo vivió una transformación mental. En noviembre, sumó tres triunfos consecutivos y recuperó la fe. Amorim destacó la nueva unión del grupo y la actitud renovada del plantel de Manchester United.
