Steve Cohen, que no sólo es multimillonario sino decabillonario, probablemente no esté esperando en su despacho de Greenwich, Connecticut, a que se le diga cómo gastar su robustecida fortuna. Hace varias semanas, el prestigioso columnista Jon Heyman, sugirió al propietario de los Mets de Nueva York sorprender con el fichaje del ganador del Premio Cy Young en la Liga Nacional, Blake Snell, o Josh Hader, un cerrador de muy alto perfil.
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El cerrojo zurdo, para disgusto de los vecinos Yankees, es el nuevo closer de los Astros de Houston. Y Snell, aunque sigue buscando trabajo, no es probable que se una a los Metropolitanos. Mientras lo investigan, el nuevo presidente David Stearns parece haber terminado de completar una rotación sólida y rentable.
La cuestión ahora es un bateador. En Queens necesitan uno y el gran toletero Pete Alonso se merece uno para protegerle en la alineación.
A la fecha en el mercado de agentes libres aún aparecen dos nombres interesantes, J.D. Martínez y Jorge Soler, bateadores sobresalientes, potenciales espaldarazos para el lineup e incluso, un par de potenciales gangas.
Si analizamos la dinámica de este receso, se puede concluir que los equipos están prácticamente ignorando a algunos bateadores muy consumados. Teoscar Hernández tuvo que firmar un contrato de 1 año. Ningún bateador, a excepción del gran Shohei Ohtani, ha firmado por 50 millones de dólares este invierno, algo que cambiará cuando Cody Bellinger y Matt Chapman encuentren trabajo.
Una de las cosas que parece estar frenando a Cohen es el impuesto al lujo, con todo y que el patrimonio neto estimado de Steve oscila los 20 mil millones de dólares, de acuerdo a Forbes.
Tanto los aficionados de los Mets como el “Oso Polar” Alonso merecen más; este slugger ha conseguido sonar más jonrones que nadie desde que llegó a Grandes Ligas. Bateó sus 46 habituales el año pasado (45 es su promedio en 162 partidos) con una puerta giratoria de aspirantes a bateador número 5 detrás de él, pero su antiestético y poco característico promedio de bateo de .217 es seguramente el resultado de que le hayan estado lanzando “mal”.
Los del Citi Fiel han hecho lo correcto al mantener a su bateador local, pero la falta de un bateador probado que le secunde es una verdadera debilidad, tanto que puede ser una razón para que se vaya como agente libre al término de la siguiente temporada.
Tal y como están las cosas, la nómina de los Mets aún supera los 300 millones de dólares, de hecho, sólo están unos céntimos por detrás de la del superequipo de los Dodgers, que no sólo tienen a Ohtani y Yamamoto, sino también muchas razones para creer que serán favoritos a las Series Mundiales en el futuro inmediato.
Pero todavía hay una oportunidad de cumplir la promesa de competitividad por parte de Cohen. La rotación que parecía casi vacía al comienzo del invierno parece ahora más profunda que la de los Yankees, favoritos de la Liga Americana. El bullpen, que parecía aún peor, todavía se está construyendo y puede que esté bien una vez terminado. ¿La alineación? Bueno, eso sí que necesita ayuda.
Martínez es uno de los mejores y más consistentes bateadores del beisbol. Bateó limpio para el Viejo Circuito en el Juego de Estrellas del año pasado, y la única forma de que los azules lo reemplazaran era así, firmando a Ohtani. Su OPS+ de 134 en 2023 fue exactamente un punto más alto que su excelente marca de carrera.
Por su parte, Soler en su mejor momento, es un equipo de demolición de un solo hombre, alguien que despachó 48 en 2019 en el Kauffman Stadium de los Reales, un estadio favorable a los lanzadores, también ganó el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial en 2021 con los Bravos. El año pasado superó a Martínez en jonrones 36 a 33, igualmente, sus 28 carreras impulsadas menos (103 a 75) pueden tener algo que ver con ser un Marlin y no un Dodger.
Fuente: The New York Post