El gerente general de los Yankees de Nueva York, Brian Cashman, ha sido objeto de controversia tras el fallido intento de adquirir al lanzador Jack Flaherty de los Tigres de Detroit. Aunque Cashman afirmó públicamente que el intercambio no se concretó debido a una discrepancia en el valor percibido de los jugadores, fuentes internas sugieren una historia diferente.
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Según Cashman, los Yankees intentaron obtener a Flaherty antes de la fecha límite de cambios, pero se retiraron cuando los Tigres exigieron un precio que, según él, excedía significativamente el valor del jugador. "Intenté traer a Jack Flaherty, pero tuve dificultades para igualar los valores," declaró Cashman. Esta versión fue respaldada por declaraciones adicionales en las que Cashman expresó su confianza en el equipo actual y en las adquisiciones realizadas, como Jazz Chisholm Jr. y los relevistas derechos Mark Leiter Jr. y Enyel De Los Santos.
Sin embargo, informes de fuentes cercanas al equipo sugieren que la verdadera razón detrás del colapso del intercambio fue una evaluación médica desfavorable de Flaherty. Los Yankees, que han sido cautelosos con las evaluaciones médicas desde la adquisición de Frankie Montas, quien posteriormente requirió cirugía, decidieron retirarse del acuerdo tras revisar los informes médicos de Flaherty. Esta versión contradice la narrativa de Cashman y plantea preguntas sobre la transparencia del proceso de toma de decisiones dentro de la organización.
La falta de claridad en la comunicación ha generado inquietud entre los aficionados y analistas. La decisión de no adquirir a Jack Flaherty podría tener implicaciones significativas para los Yankees, especialmente en una temporada donde las lesiones han afectado a jugadores clave como Anthony Rizzo y Jasson Domínguez. Además, la confianza depositada en el cerrador Clay Holmes, quien ha tenido problemas recientes, añade una capa adicional de incertidumbre.