Esta semana, el expelotero con inconmensurable trayectoria en las Grandes Ligas Carlos Beltrán defendió el suceso que dejó en duda si los Astros merecían realmente el título de Serie Mundial de 2017: el robo de señas. Una vez se comprobó que los siderales habían roto las reglas del juego en la postemporada de dicha campaña, algunos fanáticos y personalidades que forman parte del beisbol organizado desconocieron la consagración de la escuadra que juega como local en el Minute Maid Park.
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De igual manera, los miembros del cuerpo técnico y jugadores que formaron parte de la nómina también quedaron "manchados" por el lamentable accionar.
“Dicen que nosotros usamos la tecnología de una manera que no era adecuada; yo pienso que nosotros fuimos innovadores, nosotros no usamos nada que no existe en el juego de pelota. Nosotros usamos lo que existía. No para quitarle credibilidad a lo que pasó, pero se hablaron muchas cosas que no eran verdad”, dijo Beltrán, quien vistió el uniforme de Houston y fue pieza importante para aportar veteranía al lineup.
Tras su retiro, el boricua perdió la oportunidad de ser dirigente de los Mets de Nueva York por haber sido parte de la polémica de 2017, por lo que explicar las cosas de la "mejor manera posible" podría servir para iniciar una exitosa carrera como coach de la Gran Carpa.
“Nosotros teníamos la forma de ver el juego live (en vivo), el juego que está pasando, pues nosotros lo veíamos live. No es que el juego no se ve live en los otros equipos, sí se ve. Que nosotros lo llevamos al nivel de que vimos y decimos ‘oye, se pueden ver las señas’, porque el jugador de béisbol juega pensando en cómo puede sacar ventaja”, recalcó.
Por si fuera poco, como forma de seguir limpiando su nombre, el tres veces ganador del Guante de Oro de la Liga Nacional explicó que él no había estado directamente involucrado en lo sucedido, pues no instaló ningún dispositivo ni realizó algún "esfuerzo extra".