El antesalista Anthony Rendon y los Angelinos de Los Ángeles estarían trabajando en un acuerdo de rescisión de contrato que permitiría al tercera base anunciar su retiro definitivo. Según reportes de ESPN, el jugador de 35 años dejaría atrás el último año de un contrato de siete temporadas y 245 millones de dólares, considerado uno de los más desastrosos en la historia de las Grandes Ligas.
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Un contrato millonario con resultados mínimos
Rendon firmó con los Halos en 2019, tras brillar con los Nacionales de Washington y ser pieza clave en la conquista de la Serie Mundial. Sin embargo, lo que prometía ser una etapa dorada terminó convertido en un calvario de lesiones y bajo rendimiento. En seis temporadas con la franquicia californiana apenas disputó 257 juegos, y en 2025 no vio acción debido a una cirugía de cadera.
El contrato, que le garantiza 38 millones de dólares en su último año, se ubica en la lista corta de los acuerdos más fallidos de todos los tiempos. La expectativa de un jugador franquicia nunca se cumplió, y el impacto económico para la organización ha sido enorme.
De estrella en Washington a decepción en Anaheim
Anthony Rendon fue un jugador de élite en la Liga Nacional. Con Washington acumuló tres temporadas con votaciones dentro del top seis para el premio MVP, además de ser pieza fundamental en la ofensiva que llevó al equipo al título en 2019. Su disciplina en el plato y capacidad de producir carreras lo convirtieron en uno de los mejores antesalistas de su generación.
En su primera campaña con los Angelinos, aunque acortada por la pandemia, Rendon bateó para .286/.418/.491 y terminó décimo en la votación al MVP de la Liga Americana. Ese rendimiento parecía justificar la inversión, pero fue apenas un espejismo.
Desde entonces, sus números se desplomaron: promedio de .231, porcentaje de embasado de .329 y slugging de .336, con apenas 13 cuadrangulares en 863 apariciones al plato. Una producción muy por debajo de lo esperado para un contrato de superestrella.
El peso de las lesiones
Las lesiones fueron el factor determinante en la caída de Rendon. Problemas recurrentes en la muñeca, la pierna y finalmente la cadera lo alejaron de los diamantes. La falta de continuidad le impidió recuperar ritmo y confianza, generando frustración tanto en el jugador como en la organización.
Para los Angelinos, el caso de Rendon se suma a una larga lista de contratos millonarios que no dieron frutos, reflejando una gestión cuestionada en la última década.
La posible salida de Anthony Rendon abre espacio financiero y deportivo para los Halos, que buscan reconstruir tras años de decepciones. Con Shohei Ohtani ya fuera del equipo, la franquicia necesita redefinir su identidad y apostar por jóvenes talentos.