Contundentes muestras de mejoras las que exhibe Andrés Giménez en los recientes 7 partidos con sus Guardianes de Cleveland; el barquisimetano con un vendaval de batazos se ha encargado a apaciguar las aguas que estaban turbias por una lenta primera parte que menguó sus estadísticas, quedando ubicadas por debajo de los se sabe puede lograr.
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Desde el comienzo de las acciones el 28 de marzo, hasta el 14 de mayo, el estelar segunda base completó 157 turnos legales con 40 imparables, 8 dobles, 1 triple, 2 cuadrangulares, 23 carreras remolcadas, 23 pisadas del plato, 6 almohadillas robadas, 9 bases por bolas, 25 ponches y promedio de bateo en .255, porcentaje de embasado de .318, slugging en .357 y OPS de .675.
Pero a partir del 15 de mayo llegó el esperado contraste: en 27 chances válidos ha despachado 9 indiscutibles, 2 vuelacercas, a 7 compañeros los ha llevado a la registradora, tiene 5 anotaciones, 1 cojín estafado, 1 boleto, 4 chocolates engullidos para average de .333, OBP en .379, slugging de .556 más OPS en .935.
En este sentido, su promedio con la garrocha subió hasta .266 (4.31% más), el OBP lo elevó a .327 (2.83% de mejora), el slugging pasó a .386 (7.5%) y el OPS aumentó a .713 (5.63%).
El progreso del barquisimetano ha sido paulatino a media que se adentró en el mes 5 del calendario.
Andrés Giménez y un historial sin respaldo en mayo
Este despertar ofensivo sin duda alguna es una gran noticia, esto si nos basamos en la tendencia estadística, en lo que refleja el currículo de Grandes Ligas del criollo durante el mes de las madres. El más negativo de su carrera: .237 en promedio de bateo, .276 de porcentaje de embasado, .347 en slugging y OPS en .623.
El poder quebrar esa predisposición puede ser un indicativo de sus progresos en el complejo arte del bateo.