Desde que se implementó el reloj para lanzadores y bateadores en el inicio de la temporada 2023 de las Grandes Ligas, el tiempo promedio de duración de los partidos comenzó a disminuir considerablemente y, como consecuencia, los estadios aumentaron discretamente la afluencia de aficionados.
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De acuerdo a fuentes, los encuentros redujeron en promedio casi unos 30 minutos, número que es una diferencia más que notoria en comparación con años anteriores.
De igual forma, según datos publicados este domingo por Codify, en la campaña debut de estas nuevas normativas (el año pasado) solo hubo nueve compromisos que superaron las tres horas y media; diferencia abismal con la 2022, por ejemplo, en la que se cuantificaron 232 y con la 2021(390).
Con los jugadores, fanáticos y miembros de los cuerpos técnicos ya habituados al reloj de picheo, se espera que para la venidera campaña 2024 los juegos bajen un poco más su lapso.