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Durante la tarde y noche del miércoles 24 de septiembre se registró una serie de movimientos sísmicos que pusieron en alerta a la población, dejando imágenes de viviendas con daños visibles y personas en las calles por precaución. Los sismos, de magnitudes 6.2 y 6.3, tuvieron como epicentro la localidad de Mene Grande, en el estado Zulia.
Daños en infraestructuras y edificios
Aunque las autoridades informaron que no hubo víctimas fatales, sí se reportaron afectaciones en diferentes estructuras. Entre los puntos más afectados se encuentran:
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Iglesia de Santa Bárbara, donde cayó uno de sus pináculos.
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Hospital Luis Razetti, en Pueblo Nuevo, con daños en varias áreas.
Estos incidentes llevaron a que equipos de rescate y Protección Civil desplegaran inspecciones en las zonas afectadas.

Las redes sociales fueron cruciales para conocer en tiempo real lo que ocurría en distintas regiones. Videos compartidos por vecinos mostraron grietas en paredes, cornisas caídas y reacciones de animales, como aves y perros, antes de algunos temblores.
En la capital venezolana, Caracas, los residentes relataron haber sentido el crujido de ventanas y paredes, lo que generó evacuaciones espontáneas en edificios, muchos ciudadanos permanecieron en la calle durante varios minutos, temiendo nuevas réplicas. En otras ciudades como Mérida y San Cristóbal, las réplicas también fueron perceptibles, lo que extendió el estado de alerta a gran parte del país.
El Servicio Geológico Colombiano catalogó los movimientos más intensos como “superficiales”, lo que explica la fuerza con la que se sintieron. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el primer temblor se produjo a 7,8 kilómetros de profundidad. El fenómeno incluso alcanzó a sentirse en Bucaramanga, Colombia, lo que confirma su amplitud geográfica.