Las cheerleaders han sido una presencia fija en la NFL durante más de 60 años, desde la temporada de 1954, cuando los Baltimore Colts se convirtieron en el primer equipo en incorporarlas a los partidos. Desde entonces, la práctica de contar con estas animadoras en los días de partido ha evolucionado hasta convertirse en una parte integral de la NFL. Las cheerleaders se han convertido en una parte destacada del marketing y la comercialización.
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A pesar de la importancia de las cheerleaders en la NFL, tradicionalmente ha habido una gran disparidad en términos de remuneración. Según las cifras recopiladas por Sportskeeda, las animadoras juveniles ganan menos por año (20.000 dólares) que una mascota de la NFL (25.000 dólares) y considerablemente menos que un aguador de la NFL (53.000 dólares).
El salario estándar para una cheerleader es de 150 dólares por partido en casa y alrededor de 50-75 dólares por apariciones públicas en nombre de la franquicia, que pueden incluir visitas a escuelas, conferencias y eventos corporativos.
Algunas porristas son profesionales y pueden ganar hasta 75.000 dólares al año. Sin embargo, la gran mayoría no lo son y están en la universidad o acaban de graduarse. Muchas solo permanecen en la NFL durante unos pocos años y las que ganan un salario más alto generalmente tienen años de experiencia en puestos superiores dentro del equipo de animadoras y también pueden haber representado a varios equipos diferentes. En general, las animadoras veteranas reciben mayores honorarios por partido que las novatas y también pueden ganar más en bonificaciones.
¿Por qué las cheerleaders de la NFL ganan tan poco?
Técnicamente, la razón de esto es que las cheerleaders de la NFL, y de la NBA, son contratistas independientes. Esto significa que los equipos no están necesariamente obligados a pagarles salarios de acuerdo con los salarios mínimos estatales y federales. Como resultado, las animadoras de la NFL, que solían ganar tan solo $5 por hora en un momento dado, han estado planteando problemas durante décadas.
En 2021, una serie de demandas interpuestas por estas animadoras provocó que 10 de los 26 equipos de la NFL fueran demandados por robo de salario, condiciones de trabajo inseguras, acoso sexual y discriminación.