El Real Madrid ha encontrado la pieza que le faltaba para equilibrar su mediocampo, y el nombre de Aurelien Tchouaméni resuena con fuerza en los planes de su nuevo entrenador, Xabi Alonso.
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El técnico español ha identificado al mediocentro francés como el eje fundamental sobre el que construirá su proyecto, apostando por potenciar todas sus habilidades, tanto con balón como sin él.
Aurelien Tchouaméni, por su parte, ha respondido con creces, reencontrándose con su mejor versión y consolidándose como uno de los líderes del renovado equipo merengue.
La resurrección de un líder en el mediocampo
Bajo la dirección de Xabi Alonso, el ex Mónaco ha recuperado el protagonismo que tanto necesitaba. El jugador francés necesitaba el espacio para expresarse y expandirse en la mitad de la cancha, y su nuevo entrenador se lo ha concedido.
Ahora, se le permite rondar territorios más peligrosos y tejer jugadas desde posiciones más influyentes, sintiéndose más liberado. Esta libertad no solo potencia su juego defensivo, sino que también le permite participar activamente en la creación de juego, incluso protagonizando el posible último pase.
Su versatilidad defensiva
La confianza de Xabi Alonso en Aurelien Tchouaméni no es casualidad. El francés ha demostrado ser un mediocampista total, capaz de adaptarse a diversas situaciones del juego.
Cuando el Real Madrid pierde el balón, Tchouaméni se siente muy cómodo defendiendo hacia adelante, presionando al rival y dificultando su salida. Esta agresividad es una de las señas de identidad del juego que busca implantar Alonso.
Además, su inteligencia posicional es incuestionable. En zonas más retrasadas del campo, conserva una notable capacidad de lectura para interceptar y recuperar balones, anticipándose a las jugadas del rival.