El trato a los jugadores que no entran en los planes de un club es un tema recurrente en el fútbol de élite.
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Recientemente, Óscar Egido, de Ser Deportivos, analizó la diferencia en las estrategias de comunicación entre el Real Madrid y el Barcelona a la hora de indicar a un futbolista que su futuro podría estar lejos del equipo.
La vía directa del Barcelona
Según Egido, el Barcelona opta por una comunicación más directa y personal. El ejemplo de Marc Casadó es claro: el club le ha comunicado en persona que no cuenta con él para la próxima temporada.
Esta manera de proceder, aunque puede ser dura, es transparente y evita la incertidumbre. El jugador conoce de primera mano la postura del equipo, permitiéndole buscar su próximo destino sin rodeos.
La estrategia indirecta del Real Madrid
Por otro lado, el Real Madrid utiliza una aproximación más sutil y mediática. En lugar de una conversación cara a cara, el club se vale de dos herramientas principales para hacer llegar el mensaje: la prensa y la falta de minutos en el campo.
El caso de Rodrygo ejemplifica esta situación. El club suele filtrar información a los medios sobre posibles traspasos o la llegada de nuevos fichajes en su misma posición, como Franco Mastantuono.
Esto genera un ambiente de especulación que llega directamente al jugador, haciéndole entender que su lugar en el equipo no está garantizado. Adicionalmente, limitar su participación en partidos oficiales refuerza el mensaje de que su rol no es fundamental.
El mismo mensaje, diferentes caminos
A pesar de las diferencias en el método, el mensaje final es idéntico: "No necesitamos venderte, no queremos que te vayas, pero si traes una buena oferta la puerta está abierta".
Tanto el Real Madrid como el Barcelona, aunque con estilos opuestos, buscan lo mismo: que el jugador entienda que su permanencia no es indispensable y que una buena oferta de otro club sería considerada.