Jugar en el Real Madrid tiene muchas ventajas, pero también desventajas. Mientras que en otros estadios emblemáticos las superestrellas pueden contar con el apoyo casi incondicional de la afición, en el Santiago Bernabéu la relación con los jugadores es diferente.
NOTAS RELACIONADAS
En ningún club hay mayores expectativas, y los madridistas se sienten con todo el derecho a expresar su frustración con sus propios jugadores, tanto como con el rival, si las cosas no salen como quieren. El fichaje estrella del verano, Kylian Mbappé, fue muy consciente de esto la semana pasada, tras abandonar el campo por lesión y ser expulsado con un silbido, antes de ser silbado de nuevo cuando apareció en las pantallas gigantes el domingo por la noche, a pesar de estar en la grada.
Otro jugador que siente la frustración del público del Bernabéu es Vinicius Junior. El extremo brasileño se había convertido en uno de los hijos más queridos del Real Madrid tras llevar a los merengues a dos Champions Leagues en tres años, pero la situación se ha deteriorado durante el último año. En particular, Marca afirma que Vinicius ha sentido cierta distancia entre él y el público durante la última semana.
Afirman que Vinicius, quien también fue pitado durante la eliminación del Real Madrid a manos del Arsenal, estaba harto de la afición y se sentía en deuda con ella. Decepcionado con su actuación contra los Gunners, Vinicius fue el más implacable e insistente de los jugadores del Real Madrid contra el Athletic Club el domingo, con ganas de resarcir a la afición. Al mismo tiempo, pitado en ambos partidos, se muestra molesto y dolido por la respuesta de la afición.
Existen precedentes
Sin duda, el Real Madrid tiene fama de ser una afición voluble, y pocos de sus héroes se libran de ser silbados en algún momento de su paso por el Bernabéu. Quizás el mejor ejemplo sea Cristiano Ronaldo, quien, a pesar de ser el mejor jugador de la historia moderna de su equipo, también recibió su cuota de frustración de la grada.