Fabio Capello dirigió al Real Madrid en dos ocasiones, en la temporada 1996/97 y en la 2006/07. El estratega italiano recordó sus vivencias junto a Ronaldo, Cassano, Roberto Carlos, Guti, Bechkam, Raúl y compañía en su segunda etapa con el combinado capitalino, mientras realizaba la inauguración del curso académico del Instituto Universitario de Mediadores Lingüísticos (Limec) en Milán.
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De esta manera, el técnico ganador de la UEFA Champions League con el Milán no tiene muy gratos recuerdos del vestuario del conjunto de la capital española. Capello recuerda su segunda etapa en el Real Madrid repleto de estrellas, pero que todavía lo considera como muy poco profesional.
Problemas con Ronaldo Nazario
"Un día llegó Van Nistelrooy y me dijo que 'aquí el vestuario huele a alcohol'. Era verdad". Según Capello, uno de los responsables era Ronaldo Nazario, al que "decidí despedirle, era alguien a quien le gustaba la fiesta e involucraba al grupo a que saliese con él", recuerda sobre el brasileño.
Capello justificó el despido de Ronaldo Luís Nazário de Lima también por su sobrepeso: "Ronaldo pesaba 94 kilos ese año. En Corea, en el Mundial de 2002, pesaba 82. Le dije que bajara de peso... llegó a 92,5".
Inconvenientes con Cassano y el chef del equipo
Asimismo, Fabio Capello también reconoció los problemas que sostuvo con su compatriota Antonio Cassano en su etapa con el club merengue: "Con Cassano me fui a las manos. Cassano pedía patatas fritas antes de cada partido, algo inaceptable. Me enfadé más con el chef que con él. No entendía que hiciera esas cosas".
En 'Sky Sports' Fabio Capello ya compartió en 2020 que "Cassano mi mayor arrepentimiento porque no pude convertirlo en el gran jugador que pudo haber sido. Trabajé muy duro, pero no lo logré. La esposa de Antonio lo puso en el camino correcto y le pregunté por qué no se casó con 21 años".
Berlusconi y el Milán
A mitad de temporada, cuando el técnico italiano decidió desvincular el contrato de Ronaldo con el Real Madrid, Capello avisó al Milán que no lo firmaran. "Berlusconi me pidió consejo y le desaconsejé que lo hiciera, le dije que era un fiestero y que sólo pensaba en estar rodeado de mujeres". No fue muy convincente: "Me dijo: ‘Vale, gracias Fabio'. Días después, Ronaldo fichó por el Milán”.