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En julio de 2025, el nombre de Sister Hong revolucionó al mundo. La historia de ese hombre de 38 años, originario de Nankín, China, dejó impresionado al público tras conocerse su particular modus operandi.
Para atraer a sus “clientes”, el asiático usaba peluca, maquillaje, filtros para la voz y efectos digitales para reforzar la identidad femenina de su personaje. El auge por lo sucedido con él fue tal, que, alrededor del mundo se hicieron parodias y muchas protagonizadas por celebridades.
Desde obras de teatro, disfraces y hasta sesiones de fotos, corrieron como pólvora en internet acerca del escándalo del asiático. Por ejemplo, recientemente el influencer venezolano conocido como ‘La Divaza’ compartió unas imágenes alusivas a Sister Hong.
'La Divaza' como Sister Hong
En su cuenta de Instagram, el creador de contenido bromeó con sus seguidores y se disfrazó del acusado que tuvo relaciones sexuales con al menos 237 hombres.
“Sister Hong de la abundancia”, escribió el maracayero. En las postales lo vemos con la característica falda larga y suéter que usaba Jiao Moumou, nombre del asiático.
Además, hay un video en el que recrea las acciones de Sister Hong, como, por ejemplo, recibir a hombres en su casa, tal como el personaje original, quien citaba a las víctimas en su casa y a cambio de sexo les pedía comida.
Los comentarios no se hicieron esperar para el venezolano: “La mejor”, “Aceptas a cualquier fruta?”, “Si sister hong se hubiera visto así, hubiera conseguido una casa entera”, “Amamos a Sister Hong Venezolana”, son algunos de los mensajes que se leen en la publicación.
El caso de Sister Hong
En julio de 2025 estalló un escándalo mediático en China cuando se descubrió que un hombre de 38 años, estaba usando una identidad femenina bajo el alias “Sister Hong” para atraer hombres a encuentros sexuales.
Tras detenerlo, se le acusó de organizar relaciones íntimas con decenas o cientos de hombres, grabarlas sin su consentimiento, y luego distribuir los videos en internet. Estos videos se vendían o compartían en grupos privados con membresías para quienes quisieran verlos.
Las grabaciones eran tomadas sin el conocimiento de las víctimas, usando cámaras ocultas en la vivienda, y luego distribuidas mediante redes sociales y plataformas de mensajería como WeChat, QQ, Momo, Telegram, Douyin, entre otros.