Mookie Betts, estrella de los Dodgers de Los Ángeles, ha protagonizado una de las transformaciones ofensivas más impactantes de la temporada. Tras un inicio de campaña por debajo de su estándar habitual (bateando apenas para .239 antes de agosto) el jardinero ha encendido los motores y se ha convertido en una máquina de producir carreras en el último mes.
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Números que hablan por sí solos
En sus últimos 30 juegos, Betts ha registrado una línea ofensiva de .345/.410/.555, con seis cuadrangulares y 22 carreras impulsadas. Pero lo más impresionante es cómo ha elevado su rendimiento conforme se acorta el calendario. En los últimos 15 encuentros, su promedio subió a .381, con un OBP de .426 y un slugging de .683, sumando cuatro jonrones y 17 impulsadas.
Y en la última semana, simplemente ha estado intratable: .452 de promedio, .500 de OBP y un descomunal .839 de slugging, con tres vuelacercas y 12 carreras remolcadas.
Impacto directo en la lucha por los playoffs
Este repunte ofensivo no solo ha revitalizado las estadísticas personales de Betts, sino que ha sido clave para mantener a los Dodgers en la pelea por el liderato del Oeste de la Liga Nacional.