Max Scherzer, a sus 41 años, protagonizó una de las escenas más memorables de la Serie de Campeonato de la Liga Americana (ALCS). En un momento tenso del quinto inning, el manager de los Azulejos de Toronto, John Schneider, se acercó al montículo con la intención de retirarlo. Pero Scherzer, con mirada decidida, lo rechazó. Acto seguido, ponchó al siguiente bateador y cerró el episodio con autoridad.
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La escena no solo fue dramática, sino también simbólica: el veterano no estaba listo para decir adiós. Su línea final fue de 5.2 entradas lanzadas, tres hits permitidos, dos carreras limpias y cinco ponches, manteniendo a flote a Toronto en la serie.
Un hito que lo coloca entre leyendas
Con esta actuación, Scherzer se une a un grupo selecto de lanzadores que han brillado en la postemporada a los 41 años o más. Solo Roger Clemens, Phil Niekro y Kenny Rogers habían logrado al menos 5.0 IP, tres hits, dos carreras limpias y cinco ponches en un juego de Serie de Campeonato a esa edad. Ahora, Scherzer se suma a esa lista dorada, consolidando aún más su legado de Salón de la Fama.
¿Último capítulo de una carrera legendaria?
Aunque aún no se confirma si esta fue su última apertura en Grandes Ligas, el contexto sugiere que podría ser el cierre perfecto para una trayectoria estelar. Max Scherzer, tres veces ganador del Cy Young, ha sido sinónimo de competitividad y excelencia durante más de una década.
Su actuación en la ALCS no solo ayudó a los Azulejos a igualar la serie y forzar el regreso a Toronto, sino que también dejó una imagen imborrable: la de un guerrero que, incluso en el ocaso de su carrera, se niega a rendirse tan fácil.