La crisis en el montículo de los Leones del Caracas ha trascendido una simple mala racha y se ha consolidado como un problema estructural que se extiende a lo largo de las últimas dos temporadas. El pitcheo colectivo de la novena capitalina exhibe números que lo colocan en el sótano de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
Según un reporte reciente, sumando los registros de la temporada pasada y la actual, el staff de lanzadores de los Leones del Caracas ostenta una efectividad combinada de 5.86. Este no es solo un mal número, sino que es catalogado como el peor registro entre los ocho equipos que componen la LVBP.
La epidemia de jonrones
La alta efectividad está estrechamente ligada a la incapacidad del cuerpo de picheo melenudo para evitar el contacto largo y el poder de los bates rivales.
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110 jonrones tolerados: Los lanzadores de Leones han permitido la asombrosa cifra de 110 cuadrangulares entre la campaña anterior y la actual.
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Segundo peor registro: En esta estadística específica de jonrones permitidos, el pitcheo de Leones solo es superado por el de Caribes de Anzoátegui, quienes acumulan 118 estacazos en el mismo lapso.
Estos números evidencian que el problema va más allá de un abridor o un relevista en particular, señalando un colapso en la estrategia colectiva del pitcheo y la necesidad urgente de ajustes profundos para que los Leones puedan aspirar seriamente a la postemporada.
